La novia de José Fernando ha hablado de su relación con su familia política, muy mejorada a pesar de los enfrentamientos del pasado
Michu llevaba tiempo alejada de la prensa porque estaba centrada en el cuidado de su hija Rocío, pero de nuevo ha vuelto a la palestra para sincerarse en una entrevista en Semana sobre su relación no solo con José Fernando, sino también con su familia política. Una de sus primeras declaraciones ha sido la siguiente, con las ideas claras y arrepentida de su actitud: "Quiero pedir perdón a Ortega Cano".
Parece que tiene ganas de empezar e cero, y por eso ha dicho: "No tenía que haber ido a la tele a hablar de la familia de José Fernando. No los conocía". Arrepentida de todo lo que ha hecho, lo cierto es que con Gloria Camila Ortega, la hermana de su chico, ha conseguido limar asperezas, aunque no del todo porque sigue habiendo rencor, y ha contado: "Mi relación con Gloria Camila ahora es estupenda, pero ella no ha podido perdonarme del todo y la entiendo". A un lado han quedado los fuertes polémicas que protagonizaron en el pasado, pero no se han olvidado del todo. En esta entrevista ha decidido posar con su hija Rocío, que guarda cierto parecido con su tía Gloria Camila, y ha hablado sobre cómo va su relación con José Fer: "Amo a José Fernando y no me imagino un futuro sin él. Nunca pensé en tirar la toalla porque no puedo dejarle. ¿Cómo no le voy a llamar? Cuando salga nos iremos a vivir los tres juntos y seremos una familia normal".
Las continuas ideas y venidas en la relación de Michu y José Fernando Ortega por culpa de las adicciones de este hicieron que la relación de ella con su familia política fuera muy mala, es más, los platós de televisión se convirtieron en el lugar en el que ambas partes se enfrentaron en más de una ocasión. De nuevo unidos
Por otro lado, Gloria Camila siempre ha expresado todo el amor que siente por su hermano y hubo un momento en el que sintió que Michu no era la persona indicada para él, sin embargo, el nacimiento de su sobrina hizo que se produjera un acercamiento que parece que será duradero.