Ya habíamos hablado antes del protagonismo que ejerce la mujer del presidente de Estados Unidos en su mandato, y especialmente en el caso de Michelle Obama. La popularidad de la Primera Dama ha llegado a superar la de Barack, convirtiéndose en un arma electoral en potencia. En manos de los americanos está que Michelle continúe a partir del 6 de noviembre en su misma posición, o que tome el relevo Ann Romney.
El pasado 3 de octubre tuvo lugar el primer debate televisivo entre el demócrata Barack Obama y su contrincante republicano Mitt Romney en Denver, Colorado. El actual presidente volvió a encandilar a los espectadores comenzando su discurso con un mensaje de amor a su mujer, ya que coincidía con su 20 aniversario.
''Hay una gran cantidad de temas que quiero tocar esta noche, pero la más importante es que hace 20 años que me convertí en el hombre más afortunado de la Tierra, porque Michelle Obama aceptó casarse conmigo ", fueron las primeras palabras del presidente.
Además también ha demostrado estar en contacto con las redes sociales y optó por escribir el siguiente tuit: ''Hace 20 años, me casé con el amor de mi vida y mi mejor amiga. Feliz aniversario, Michelle'' y otro acompañado de una foto de jóvenes bajo el tuit: ''Veinte años juntos''. Ella quiso dar una respuesta pública poniendo: '' Feliz 20 aniversario, Barack. Gracias por ser una increíble pareja, amigo, y padre todos los días. Te quiero ''.
Ann y Michelle, muestran el lado más humilde de sus maridos
Tanto Ann como Michelle estuvieron presentes apoyando a sus respectivos maridos y dando una imagen pública que puede ser decisiva a la hora de la elección para los votantes. Ambas ayudan a hacer campaña y son conscientes del valor que representan, por tanto, concedieron extensas entrevistas elogiando a sus esposos y las bases que prometen para su candidatura.
La mujer de Romney declaró en una entrevista con la CNN, emitida antes de que comenzara el debate, que su marido siempre se asegura de encontrarla ante el público antes de iniciar su discurso. Además, contó, se quita el reloj, lo pone a la vista y escribe en un trozo de papel la palabra ' dad ' en recuerdo de su padre y también gobernador, George Romney. Sabe que sustituir a Obama en la presidencia no es un trabajo fácil y asegura que la presión mediática es bastante fuerte, por lo que están acostumbrado a tener que luchar mucho para conseguir buenos resultados.
Un duelo entre dos mujeres muy diferentes pero con un objetivo en común, que su marido gane las elecciones estadounidenses. Con perfiles y estilos de vida distintos, cada una sabe llevarse a un tipo de público. Saben destacar las virtudes de sus maridos y mostrar su lado más cercano, aunque evidentemente, tanto Mitt como Obama, serán los que deban luchar por conseguir más votos.