De nuevo Michael Phelps ha hecho historia, y esta vez porque ha conseguido su medalla olímpica número 25. Lo ha celebrado de una manera muy especial junto a su hijo Boomer y su mujer.
Para el nadador olímpico Michael Phelps este año es doblemente especial, no solo porque haya llegado a su vida una persona que le hace el hombre más feliz del mundo, su hijo Boomer, sino porque una vez más ha podido participar en los Juegos Olímpicos y se ha hecho con la medalla olímpica número 25 de su palmarés. Lo ha hecho en la carrera de 200 metros mariposa tras competir contra Chad le Clos, el sudafricano y rival más potente del estadounidense. Para él fue un momento único porque consiguió sobrepasar al nadador Masato Sakai, el japonés que quedó segundo. Por otro lado, Chad le Clos quedó en cuarta posición. En los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se quedó a las puertas de conseguir el mayor triunfo en esta categoría, algo que le fastidió mucho en su momento.
Su familia, su principal apoyo
Después de quedar el primero, una gran ovación del público celebró su triunfo, y no solo eso, sino que ya tiene 25 medallas olímpicas, (21 de oro), y él rápidamente alzó los brazos en alto. Durante la reproducción del himno nacional estadounidense se emocionó mucho, y en cuanto pudo acudió rápidamente al lugar donde estaba su familia, su mujer y su hijo Boomer, para celebrarlo con ellos. Allí dio un dulce beso a su bebé así como un abrazo muy enternecedor.
No obstante, para él el apoyo de su mujer y su hijo se ha convertido en un elemento imprescindible a la hora de poder luchar por más medallas olímpicas. Esta no ha sido la primera que ha conseguido en la competición, ya que anteriormente había conseguido el número 19 en los relevos 4x100 metros estilo libre del domingo.