A pesar de las muestras de arrepentimiento y la vergüenza por la que seguro pasa en estos momentos, el que ha sido campeón del mundo de natación y ejemplo para miles de jóvenes en todo el planeta ha vuelto a caer en la irresponsabilidad conduciendo borracho y a gran velocidad en una vía donde la velocidad estaba limitada a 72 km/h.
El comunicado oficial de la policía detalla que Phelps "parecía estar bajo los efectos del alcohol" y que ,además, "fue incapaz de realizar correctamente una serie de test básicos de sobriedad".
Un caso reincidente
Conducir bajo los efectos del alcohol y a esta velocidad es un delito al que Michael Phelps se enfrenta y no por primera vez. Ante las críticas de reincidencia y presión mediática el 22 veces medallista olímpico ha declarado que "entiende la gravedad de mis acciones y asume la responsabilidad total".
"Sé que estas palabras no significan mucho ahora mismo, pero estoy profundamente arrepentido por toda la gente a la que haya podido decepcionar" añadió tras haber sido pillado conduciendo en estas circunstancias.