Michael Phelps anuncia que entrará en rehabilitación para tratar sus problemas con el alcohol

El nadador Michael Phelps ha pasado de ser un héroe nacional en Estados Unidos a convertirse en el enésimo joven que no sabe lidiar con la fama y la fortuna. El campeón mundial de natación acaparaba titulares hace pocos días cuando fue pillado duplicando la tasa de alcoholemia al volante.

Phelps conducía por una carretera cuya velocidad máxima eran 72 km/h a más de 135 km/h. La policía consiguió pillarlo antes de que se hiciese daño o se lo hiciese a alguien. Al ser la segunda vez que le ocurre, el deportista ha debido darse cuenta de que el problema se le iba de las manos.

Por eso, ha escrito un emotivo mensaje en Twitter en el que anuncia que deja aparcada su carrera en la natación para entrar en rehabilitación y tratar su problema: "Estos últimos días han sido extremadamente difíciles. Reconozco que este no es mi primer error de juicio, y estoy extremadamente decepcionado conmigo mismo. Voy a tomarme algo de tiempo para asistir a un programa que me proveerá de la ayuda que necesito para entenderme mejor a mí mismo. Nadar es la mejor parte de mi vida, pero ahora mismo tengo que centrar mi atención en mí como persona, y hacer el esfuerzo necesario para aprender de esta experiencia y tomar mejores decisiones en el futuro".

Lecciones difíciles

Michael Phelps, que ha conseguido dieciocho medallas de oro en unos Juegos Olímpicos, se enfrenta a uno de los momentos más duros de su vida. El martes 1 de octubre fue detenido por conducir a toda velocidad bajo los efectos del alcohol, pero ya en 2004 le pillaron conduciendo ebrio cuando solamente contaba con 19 años, edad en la que no está permitido beber alcohol en Estados Unidos. Esperamos que la recuperación sea satisfactoria, y que le veamos de nuevo en la piscina muy pronto.