En ocasiones, las personas únicamente necesitan perder lo que tienen para darse cuenta de lo necesario que es en sus vidas. Este podría ser el caso de Michael Douglas, que ha contado a People las enseñanzas que ha sacado de la ruptura que sufrió hace un año con Catherine Zeta Jones.
Según el actor, la principal lección que aprendió fue que " nunca se puede creer que tu matrimonio siempre estará ahí ". La pareja que lleva más de 14 años junta, viajó hace unos días a Barcelona para disfrutar de las vacaciones de verano con sus dos hijos Dylan y Carys, de 13 y 11 años, respectivamente. Después, la familia se dirigió hacia Mallorca, donde tienen una casa.
En el trayecto, Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas tuvieron que soportar la presión de sus fans que se abalanzaron sobre ellos. La familia tuvo que abrirse paso por la acera creando unos momentos de tensión y no fueron capaces ni de esbozar una sonrisa para las cámaras. Hace un año que tanto Catherine Zeta-Jones como Michael Douglas comenzaron a hacer sus vidas por separado, pero han decidido darse una nueva oportunidad.
"El matrimonio prospera y crece, pero si se ignora, se marchita"
El actor quiso compartir otra de las enseñanzas de su separación provisional: " Tenemos la idea de que debemos de gastar la energía con el resto y la atención de pasar tiempo con los extraños, tratando de mostrar a todos lo bueno que eres ", afirmo a la revista People.
Pero sus declaraciones no se quedaron ahí. Michael Douglas quiso compartir con sus fans todo lo que había madurado con su experiencia: "Cuando logras tener cierto éxito, no te centras tanto en tus ambiciones. Nos apreciamos y espero que más temprano que tarde, tengamos el valor como pareja. Al igual que una flor, o cualquier otra cosa que se nutre, el matrimonio prospera y crece, pero si se ignora, se marchita ".
Parece que Michael Douglas ha decidido cambiar su actitud y aprender de sus errores no solamente con su mujer sino con toda la familia: "Cuando eres mayor enfocas esa energía en las personas más cercanas, en la familia. Hay que ser honestos con los hijos, ellos no juzgan. Además, ellos saben todo y pueden digerir las noticias. Es la vida, ¿sabes? ".