Fueron muchos los aficionados blaugranas que viajaron a Madrid para asistir al encuentro entre el Barça y el Alavés disputado en el Estadio Vicente Calderón en el último encuentro oficial que se disputa en él. En las gradas también estaban familiares de los futbolistas, y entre ellos Antonella Roccuzzo y sus hijos.
La argentina dejó por unas horas su hogar barcelonés para viajar a la capital de España acompañada de sus hijos, Thiago y Mateo. Una vez que el Barça ya era campeón, Roccuzzo bajó al campo con los niños para que se hicieran fotos con su padre y el resto de jugadores. Sin embargo, el momento más bonito de la noche fue inesperado, ya que pese a estar las cámaras delante, Messi y Antonella Roccuzzo se dieron un corto pero bonito beso.
En capilla
Sin duda es todo un ensayo para el beso más importante de sus vidas, el que se darán el próximo 30 de junio cuando se den el 'sí, quiero' en su Rosario natal. Dentro de un mes sellarán un amor que ya fructificó con el nacimiento de sus hijos.