No tiene que pasar por quirófano
Una vez en el hospital, al que consiguió llegar con ayuda, le comunicaron la mala noticia: "Aunque costó mucho sacarme de ahí, lo lograron y me llevaron al hospital. Allí me hicieron una radiografía y vieron que el húmero estaba roto. Tenía un dolor bestial", ha asegurado Milá. Por suerte, según ha contado después, la rotura fue limpia y sin desplazamiento y únicamente necesitará reposo, por lo que se ha librado de tener que pasar por quirófano. De lo que no se ha librado, por el contrario, es de tener que llevar el brazo inmovilizado durante más de un mes, sin poder levantarlo en ninguna circunstancia: "Esto lo voy a tener que llevar durante 40 días (el cabestrillo) y tendré que estar sin moverme. Ni siquiera me voy a poder poner desodorante, así que no os acerquéis a mí", ha bromeado, sin perder el ánimo a pesar de la circunstancia: "Pero estoy de buen humor, eso es lo importante", ha asegurado la presentadora.
Para combatir el dolor, Milá afirma que ha tenido que estar "hasta arriba de morfina". Su aparatosa caída podría haber sido mucho peor, pero afortunadamente no ha sido así. En España pretende recuperarse del todo, rodeada de quienes más quiere, y asegura que la mejor forma de volver a estar completamente al 100% es junto a ellos: "He descubierto que la mejor manera de curarte es la sonrisa".
El resto de verano tiene que ser más tranquila para Mercedes Milá, pero a pesar de que tendrá que estar un tiempo alejada de la bicicleta, la presentadora no duda en que disfrutará, de otra manera, lo que le queda de vacaciones.