¡Paren la rotativas porque algo podría estar pasando! Si el lunes 12 de junio Risto Mejide presumía en su cuenta de Instagram de que su novia, Natalia Almacha, se llevaba genial con Roma, la hija que tiene con Laura Escanes, en 48 horas las cosas han dado un giro de 180 grados. Tras un negro martes 13 -de junio-, el publicista y la farmacéutica, nutricionista, ortopeda y tatuadora han hecho un par de movimientos en su redes sociales que hicieron saltar las alarmas.
Por un lado, el presentador del 'Chester' en Cuatro dejaba de seguir en Instagram a la que es -o era- su novia y, además, borraba la fotografía [que puedes ver en este otro artículo] que había compartido tan solo dos días antes de esta con su hija Roma. Una declaración de amor e intenciones que en dos días se ha esfumado, un movimiento en la vida pública 2.0 que en otros muchos casos ha sido el peor de los preludios para la confirmación oficial.
En cuanto a Natalia Almarcha, su caso ha sido todavía más llamativo. Si bien la joven farmacéutica prefirió tener un perfil más discreto de cara a los medios en cuanto se dio a conocer el romance con Risto Mejide, en cuestión de horas las cosas han cambiado. Tras el 'unfollow' del publicista y el borrado de fotos, Almarcha ha hecho lo mismo y ha empezado a aceptar cientos de solicitudes de seguimiento que habría estado acumulando durante todo estos meses. Y es acción reacción, desde nuestro propio perfil de Bekia.es la hemos empezado a seguir y en poco minutos teníamos acceso.
"Los valores del respeto y la fidelidad se han perdido completamente"
Es ahí donde sus más de 14 mil seguidores -y subiendo a cada segundo- se han topado con un post de este mismo miércoles 14 de junio en el que la joven parece dar todas las claves del motivo de la ruptura con Risto Mejide. El mensaje dice lo siguiente:
"Tristemente vivimos en un mundo hay un importante exceso de hipocresía. Un mundo en el que los valores del respeto y la fidelidad se han perdido completamente. Un mundo donde interesa mucho vender una vida por redes sociales, la cual, cuanto más discrepe de la realidad, mejor. Un mundo narcisista. Un mundo en el que buscamos el bien propio sin importarnos las víctimas que dejamos por el camino. Un mundo al que, gracias a Dios, no pertenezco ".
Un mensaje en el que en ningún momento dice a qué hace referencia, pero que parece decir mucho más de lo que Natalia Almarcha escribe y que, junto con los movimientos de Risto Mejide, hace presagiar que esta historia de amor que el publicista defendió a capa y espada públicamente ante las críticas se ha quedado ya para el recuerdo.