El pasado 1 de mayo, Iker Casillas entrenaba con el Porto, su equipo, cuando empezó a sentirse mal. Le dolían los brazos, el pecho y la boca. El guardameta no se estaba dando cuenta, pero había sufrido un infarto por el que le tuvieron que ingresar de urgencias.
El de Móstoles fue hospitalizado en el CUF Porto Hospital, donde se confirmaba que el guardameta había tenido un problema cardíaco por el que le tuvieron que intervenir quirúrgicamente de urgencia, lo que logró salvar su vida.
Tras realizarle un cateterismo se afirmaba que su vida no corría peligro y se mantenía estable, aunque debía guardar reposo absoluto. Esto hacía que no pudiera jugar los partidos que quedan de temporada, ya que lo primero es la salud. Su club daba la información a los medios sobre su estado de salud: " Está bien y estable. El problema cardiaco está resuelto."
El mensaje de Iker Casillas
Pero no suficiente con este mensaje, el portero ha querido tranquilizar a sus seguidores a través de sus redes sociales. Iker Casillas subía una fotografía en la que se le ve postrado en la cama de hospital, realizando un gesto con el que expresa su buen estado y recuperación: "Todo controlado por aquí, un susto grande pero con las fuerzas intactas. Muchísimas gracias a todos por los mensajes y el cariño."