Darlin Arrieta concedió a 'Mañaneros' de TVE su única entrevista presencial en un plató de televisión y allí confesó, entre otras muchas cosas, que desde que Daniel Sancho asesinó -tal y como él mismo confesó a la policía tailandesa- y descuartizó a Edwin Arrieta nadie de la familia Sancho se había puesto en contacto con ella : " Ellos también están sufriendo, también son padres. Ellos están sufriendo, buscando defender a su hijo".
Aún así, Darlin mandaba un importante mensaje de empatía hacia la familia del que presuntamente es el asesino de su hermano: "Que también se acuerden que hay unos padres al otro lado del charco también sufriendo, aún sufriendo más. Mi hermano se despidió de mi padre con la ilusión de volver a Colombia. Ellos todavía pueden ver a su hijo, mis padres no, ellos no pueden escuchar la voz de su hijo ", y les dejaba la puerta abierta de su propia casa: " Si ellos quieren venir a mi casa, también los recibimos ".
"Tuvo algún tipo de brote psicótico o que tenía alguna enfermedad mental"
En cambio ahora, apenas tres días de aquella entrevista, ha salido a la luz a través de Europa Press el mensaje que en realidad sí le había enviado Rodolfo Sancho a Darlin Arrieta apenas dos días después de conocerse el crimen que había cometido su hijo. Una carta que, pese a conocerse algunas frases, no se había hecho pública hasta que la hermana de Edwin Arrieta pudo comprobar aquí en España que efectivamente el número que le había escrito era el del actor.
El mensaje comenzaba con Rodolfo Sancho dándole el pésame por la pérdida de su hermano: "Hola, Darlin, soy Rodolfo Sancho, padre de Daniel Sancho. Lo primero quiero darte mi más sentido pésame a ti y a toda tu familia, mi alma está con vosotros. No tengo palabras para expresar el dolor que siente con esta situación, no quiero imaginar lo que estáis sintiendo vosotros. No sabes cuánto lo siento, estoy destrozado ", le confesaba.
Algo inexplicable para el actor que le tenía "destrozado" y con el "corazón roto" y le hacía imposible que su hijo hubiese hecho lo que había hecho y confesado: "Es obvio, tuvo algún tipo de brote psicótico o que tenía alguna enfermedad mental que nunca había aflorado. Pero, sin duda, no hay disculpas ni perdón para lo que ha hecho". Tras esto, dejaba su teléfono a su disposición por si quería ponerse en contacto con él y se despedía de nuevo dándole las condolencias: "Espero que tarde o temprano encontréis la paz en vuestros corazones. Yo no sé si volveré a encontrarla".