El viernes 20 de marzo Carlos Falcó ingresaba en un hospital de Madrid con claros síntomas de coronavirus. Tras someterse a las pertinentes pruebas que arrojaron el positivo en COVID19, el Marqués de Griñón quedaba ingresado en la UCI del centro médico. Horas después se producía la triste noticia de su fallecimiento.
Tres días después de su muerte, el lunes 23 de marzo, sus hijos Tamara, Manolo y Sandra acudían a su incineración en el Crematorio Sur de Madrid, donde se practicó un rápido responso de apenas cinco minutos. Tres de los cinco hijos del empresario, como se puede ver en la revista Lecturas, acudían cumpliendo con las medida de seguridad pertinentes: ataviados con guantes y mascarilla y guardando la distancia social.
Tras esa rápida y fría despedida, toda la familia está ya pensando en organizar un funeral como se merece el Marqués de Griñón. Pero mientras no se puede realizar porque prosigue el estado de alarma en España con el confinamiento de la población en sus casas, Tamara Falcó ha colgado en su redes sociales una preciosa carta de despedida firmada por ella y todos sus hermanos.
"Nuestro Padre fue una persona excepcional"
"Desde la familia Falcó queremos dar las gracias a todas las personas que nos habéis mostrado tanto cariño y apoyo durante estas últimas semanas. En especial, nos gustaría agradecer a los médicos, sanitarios de la Fundación Jiménez Díaz y del grupo Quirón, la atención y cuidados que recibió nuestro padre desde que ingresó hasta su fallecimiento", han escrito antes de hablar de las muchas virtudes del Marqués de Griñón.
" Nuestro Padre fue una persona excepcional, que amó a su país y trabajó por él sin descanso, como agricultor, productor de vinos e importando tecnologías que modernizaron la industria nacional. Fué un idealista, bueno y generoso con sus hijos y amigos y estará siempre vivo en nuestra memoria", han finalizado Manolo, Sandra, Tamara, Duarte y Aldara.