Su amistad con Justin nació en el momento en el que Aless Lequio se trasladó a Estados Unidos para estudiar en la universidad norteamericana de Duke. El mensaje decÃa asÃ: "My bro Justin, en caso de que me pase algo, solo te voy a pedir dos cosas: una que le digas a mi padre y a mis tÃas que, por favor, cuiden mucho de mi madre, estará destrozada; y la segunda es que cuando vayas al cielo me busques, por favor. Te quiero hasta el infinito". Cuando su madre supo de este mensaje no pudo contener la emoción, escribiendo en sus páginas: "Me partió el corazón más saber que en ese momento tan terrible, en tus últimos dÃas luchando por vivir, te estabas preocupando por mÃ".
Y no solo contó con el apoyo de Justin, sino de otras muchas amistades que también fueron partÃcipes de su diagnóstico. Es por eso que antes de morir quiso reunirse con sus amistades en el hospital, algo que Ana Obregón también ha contado. "Nunca supe de qué hablasteis, Aless, pero hace unos meses tus amigos me confesaron que les dijiste a modo de despedida: Solamente os pido que, si en algún momento no estoy aquÃ, no me olvidéis nunca". La reacción de la presentadora en las páginas fue esta: "Aless, ¿te estabas despidiendo de ellos? Mi vida, si para mà era impensable ese desenlace, ¿por qué no me trasmitiste tus miedos? ¡Dios! ¿Por qué te hacÃas el fuerte? Estoy convencida de que era por amor". Parece ser que el joven era muy amigo de sus amigos, algo que Obregón lo describe asÃ: "Le adoraban por su bondad, ternura, sentido del humor y, sobre todo, por sus locuras geniales". Formaban un grupo inseparable: algunos eran amigos desde el colegio, otros de la universidad americana. En realidad, algunos me consideraban como su segunda madre porque desde pequeñitos estaban más tiempo en mi casa que en la suya".
Sus reuniones con los amigos de sus hijos
Tras su muerte, sus amigos e volcaron en su madre, y ella está muy agradecida: "Seguro que donde estés te gustará saber que todos tus amigos me cuidan mucho, como sé que un dÃa les pediste en el hospital en caso de que faltaras. Nos reunimos cada mes en casa como solÃamos hacer antes, y comemos las famosas albóndigas con tomate y arroz blanco que os hice infinidad de veces y que te encantaban. No voy a mentirte, ellos me recuerdan cosas divertidas tuyas, sonreÃmos y lloramos juntos".