La muerte de Aless Lequio el 13 de mayo de 2020 dejó un enorme vacío en los suyos, sobre todo en sus padres. Desde entonces su madre, Ana Obregón, ha querido continuar con su legado y lo ha hecho con tres cosas diferentes: con la publicación de un libro, la creación de una fundación y el nacimiento de Ana Sandra a través de la gestación subrogada.
El libro 'El chico de las musarañas' ha servido para conocer un poco más a fondo su historia desde que le que diagnosticado un sarcoma de Ewing, un cáncer muy común en adolescentes y personas jóvenes. Y una de las cosas que se ha descubierto es el mensaje que dejó a su mejor amigo cuando se encontraba muy cerca de su muerte. Ana Obregón lo ha compartido en el libro, dando cuenta de lo unidos que estaban.
Su amistad con Justin nació en el momento en el que Aless Lequio se trasladó a Estados Unidos para estudiar en la universidad norteamericana de Duke. El mensaje decía así: " My bro Justin, en caso de que me pase algo, solo te voy a pedir dos cosas: una que le digas a mi padre y a mis tías que, por favor, cuiden mucho de mi madre, estará destrozada; y la segunda es que cuando vayas al cielo me busques, por favor. Te quiero hasta el infinito". Cuando su madre supo de este mensaje no pudo contener la emoción, escribiendo en sus páginas: " Me partió el corazón más saber que en ese momento tan terrible, en tus últimos días luchando por vivir, te estabas preocupando por mí".
Para él la amistad era lo más importante y así se lo hizo saber a su madre, algo que ella misma cuenta en el libro: "Mamá, las parejas tienen fecha de caducidad, como los yogures, pero los amigos son para siempre". Como su hijo le expresó eso, no dudó en llamar a Justin para dar una sorpresa a su hijo por su 26 cumpleaños. "Ese día te habían dado diez horas de quimio y te vi tan triste que llamé desesperada a tu amigo Justin de la universidad que estaba en Filadelfia haciendo prácticas de Medicina y se vino a estar con nosotros", ha publicado.
Y no solo contó con el apoyo de Justin, sino de otras muchas amistades que también fueron partícipes de su diagnóstico. Es por eso que antes de morir quiso reunirse con sus amistades en el hospital, algo que Ana Obregón también ha contado. " Nunca supe de qué hablasteis, Aless, pero hace unos meses tus amigos me confesaron que les dijiste a modo de despedida: Solamente os pido que, si en algún momento no estoy aquí, no me olvidéis nunca". La reacción de la presentadora en las páginas fue esta: "Aless, ¿te estabas despidiendo de ellos? Mi vida, si para mí era impensable ese desenlace, ¿por qué no me trasmitiste tus miedos? ¡ Dios! ¿Por qué te hacías el fuerte? Estoy convencida de que era por amor". Parece ser que el joven era muy amigo de sus amigos, algo que Obregón lo describe así: "Le adoraban por su bondad, ternura, sentido del humor y, sobre todo, por sus locuras geniales". Formaban un grupo inseparable : algunos eran amigos desde el colegio, otros de la universidad americana. En realidad, algunos me consideraban como su segunda madre porque desde pequeñitos estaban más tiempo en mi casa que en la suya".
Sus reuniones con los amigos de sus hijos
Tras su muerte, sus amigos e volcaron en su madre, y ella está muy agradecida: "Seguro que donde estés te gustará saber que todos tus amigos me cuidan mucho, como sé que un día les pediste en el hospital en caso de que faltaras. Nos reunimos cada mes en casa como solíamos hacer antes, y comemos las famosas albóndigas con tomate y arroz blanco que os hice infinidad de veces y que te encantaban. No voy a mentirte, ellos me recuerdan cosas divertidas tuyas, sonreímos y lloramos juntos".