La tercera finalista ha hecho un repaso de todas las manías que tiene después de regresar del concurso y ha contado que le está costando adaptarse a su nueva vida.
La aventura que han vivido los supervivientes en Honduras terminó el pasado mes de julio y ahora poco a poco los concursantes están volviendo a la rutina y la normalidad. Lo único que a unos les cuesta más que a otros, como le pasa a Melyssa Pinto que ha confesado cómo el programa le ha cambiado la vida y cuáles han sido las consecuencias que todavía sigue sufriendo.
La influencer ha vuelto a Mtmad tras su paso por 'Supervivientes 2021' y ha revelado en su canal 'Paraíso Melyssa' que la isla le ha pasado factura. "Me estoy adaptando de nuevo a la situación, a la vida diaria, cotidiana, a mi rutina. Me está costando un poco, es bastante estresante. En la isla estaba relajada, estaba acostumbrada a estar sin el teléfono. Me gustan mis momentos de soledad y ahora como que todo el mundo quiere verme, estar conmigo, es normal, pero yo necesito mi espacio", ha contado frente a la cámara. Asimismo la catalana se ha sincerado como nunca antes y ha explicado que desde que volvió a la civilización en un algún que otro momento dado "me entra el puntazo y me apetece tumbarme en el suelo. Y es un problema porque esto no es 'Supervivientes'". La joven también ha reflexionado que en muchas ocasiones le han entrado ganas de hacer pis y "veo normal ir por ahí y bajarme los pantalones", pero ha aclarado que en ningún momento lo ha hecho. Con mucha nostalgia, la exsuperviviente reconoció que echaba de menos la aventura: "Tengo síndrome de Estocolmo, muchas veces pienso que quiero volver a estar allí", concluyó.
Lo cierto es que no son las únicas secuelas que le ha dejado el concurso de Telecinco, la diseñadora ha apuntado que desde que se marchó de la isla no ha parado de comer dulce, tanto es así que asegura que tiene obsesión con las galletas rellenas de cacao. "Ya he recuperado el peso que perdí, no me ha costado mucho. En un mes he engordado cuatro kilos y 600 gramos. Vuelvo a estar como antes", ha asegurado para tranquilizar a sus seguidores. Lo que más le preocupaba
Aun así, ya le avisaron los médicos que iba a tener problemas para adaptarse a la realidad después de haber pasado casi cuatro meses alimentándose a base de pescado y una pequeña porción de arroz que le ofrecía la dirección del programa. Pero su preocupación ha desaparecido por completo cuando ha vuelto a tener la menstruación, así lo ha confesado ella misma delante de los focos: "El tema de la menstruación... He estado los cuatro meses sin la regla. Estaba preocupada pero ya me ha venido por fin, es un trastorno para el cuerpo. Cualquier cosa me agobia y me cabrea", ha expresado muy contundente la portuguesa.