Melanie Griffith, nacida en Nueva York el 9 de agosto de 1958, tuvo claro desde siempre que la actuación sería algo indispensable. Desde siempre había vivido junto a su madre, la actriz y modelo Tippi Hedren, lo que la profesión conllevaba y significaba. Tras diversos proyectos su nombre cobró importancia tras conseguir un Globo de Oro en la categoría de mejor actriz.
Su vida personal, sin embargo, ha conseguido en ocasiones eclipsar su figura interpretativa. Desde que se enamorara y casara con Don Johnson siendo muy joven, hasta su actual soltería tras divorciarse de Antonio Banderas, ha sido noticia. Repasamos 4 momentos que han marcado la figura de Griffith en los medios, momentos delicados de los que ha sabido sobreponerse y demostrar toda su fuerza de superación.
1 Divorcio de Antonio Banderas
Si hay algo que ha sorprendido sobremanera a la prensa, y al público en general, fue el divorcio entre Antonio Banderas y Melanie Griffith. Considerados como una de las parejas más consolidadas del panorama artístico, el punto final a su relación dejó a todos un sabor agridulce allá por el año 2014. De hecho, cuando se anunció que ya no continuaban los motivos no llegaban a estar del todo claro.
En los medios saltaban los rumores de que podía haber infidelidades, exceso de celos... Algo que, además, se acrecentaba con la tardanza en ponerse de acuerdo para firmar los papeles, en los que se demoraron cerca de un año. Con una hija en común, Stella del Carmen, los flecos del acuerdo se rumoreaban que se encontraban en el ámbito económico ya que, por aquel entonces, ya era mayor de edad.
Manteniendo las buenas relaciones, como han demostrada en las numerosas entrevistas ofrecidas hasta la fecha por ambos, la vida ha continuado y cada uno ha encontrado su camino. De hecho, Antonio Banderas ha rehecho su vida con Nicole Kimpel, como así mostró en 'En la tuya o en la mía' junto a Bertín Osborne, y Griffith disfruta de su tiempo con amigas como Kris Jenner y junto a sus hijos, incluso acudiendo a un rodaje para darles todo su apoyo.
2 Reconocimiento de adicciones
En su lucha por ser la mejor versión de sí misma, Melanie Griffith ha hecho frente de forma muy valiente a sus adicciones. La actriz se ha enfrentado a ellas, principalmente al alcohol, desde que en 1988 d iera un paso tan importante como es ingresar en un centro de desintoxicación. En una de sus últimas entrevistas concedidas, a la revista Porter el pasado mes de abril de 2017, se ha sincerado de lleno sobre qué había estado sucediendo.Para Griffith tomar esa decisión fue una forma de avanzar y mirar para delante, siempre con sus hijos cuidados y presentes: " Era una madre funcional, no hice cosas que debería haber hecho, pero siempre estuve pendiente de mis hijos". Su amor y devoción por la familia es algo que nunca se ha cuestionado al respecto, de hecho su ingreso coincidió con el nacimiento de uno de sus hijos, Alexander.
3 Arrepentimiento de sus cirugías
Si en algo ha sido constantemente cuestionada Melanie Griffith ha sido en su aspecto físico. Durante años los espectadores han visto cómo la actriz se sometía a diversas operaciones estéticas para retocar su imagen y frenar, de alguna forma el paso del tiempo. La actriz, con el paso de los años y una nueva perspectiva sobre la vida, fue consciente de que los resultados no eran los que ella esperaba.
En la misma entrevista en que desvelaba cómo era su situación con las adicciones a las que habia estado sometida, reconoció de manera abierta que no estaba conforme con sus cambios. Al respecto comentó que " tuve que ir a otro médico para deshacer muchas operaciones " ya que "no era consciente hasta que la gente empezó a decir, pero, dios mío, ¿qué se ha hecho?".
4 Carrera irregular
Aunque Melanie Griffith se ha ganado un hueco en Hollywood, sus papeles se han ido reduciendo conforme pasaba el tiempo. De hecho a partir de 2005 no es fácil encontrar un proyecto en el que ha participado desde que comenzara en la gran pantalla en el año 1975, donde formó parte de 'La noche se mueve'.
Su momento de mayor éxito cinematográfico se remonta al año 1988 cuando fue candidata a un Premio Oscar por su interpretación en la película 'Armas de mujer' que, por otra parte, sí le llevó a alzarse con el Globo de Oro a mejor actriz de comedia o musical. Aunque había recibido en 1977 otras dos nominaciones a estos últimos premios, no sería hasta entonces cuando recibiera un reconocimiento.
Su pausa y alejamiento de los rodajes coincidió en el tiempo con otro ingreso a un centro de rehabilitación, en esta ocasión por problemas con analgésicos. Su vuelta, sin embargo, se realizó junto a 'Autómata' el mismo año en el que se dio a conocer su nueva situación personal.