La norteamericana ha viajado hasta tierras italianas y no se la ve nada afectada por su reciente divorcio de Antonio Banderas. Además ya no luce alianza ni tatuaje declarando su amor por el actor.
Melanie Griffith luce muy feliz a pesar de haber dejado su relación de casi 20 años con nuestro español más internacional Antonio Banderas. Tan sólo unas semanas después de haber anunciado su divorcio, la actriz ha viajado hasta la ciudad italiana de Taormina para acudir al Festival de Cine Internacional que allí se celebra.Desde que Grifftih llegara a su hotel, se ha dejado ver paseando por las calles, comiendo en un bonito restaurante, visitando alguna tienda y fotografiando monumentos para tener algún recuerdo. Durante este paseo, la acompañaban una amiga y un guardaespaldas que no se han separado de ella en ningún momento.
Disfrutó del festival junto a Eva Longoria
Lo que ha llamado la atención de de este paseo, en el que la actriz parecía muy feliz, es que ha tratado de esconder su tatuaje del brazo donde aparece el nombre de 'Antonio' en un corazón con una rebeca blanca atada a su cuello y que dejaba caer sobre su hombro. Así, deja bastante claro que ya no siente todo el amor que antes sentía hacia Antonio Banderas y que su relación está más que rota.
Recientemente, se ha sabido que Griffith y Banderas llevaban un largo tiempo separados, pero guardaban las apariencias por el bien de su hija Stella. Además, aunque hace unos días se dejaba ver en Los Angeles con su alianza de matrimonio, la actriz ya no la llevaba puesta a su llegada a Taormina y lucía otros anillos como accesorios tratando de acostumbrarse a su nueva soltería.Maquillaje para tapar su piel tatuada
Cuando la noche cayó sobre la ciudad italiana, Griffith se vistió de gala y acudió al Festival de Cine acompañada de su amiga Eva Longoria, con la que disfrutó de muchísimas risas durante la ceremonia.
Melanie Griffith escogió un vestido de estampado animal y sin mangas, dejando ver su tatuaje maquillado para que no se pudiera leer el nombre de su ya exmarido. Un gesto que sorprendió a todos, ya que sólo se ocupó de maquillar el nombre y no el corazón que lo rodea.