En un primer momento, el primer informe, declaró que el exfutbolista había muerto por una "insuficiencia cardiaca aguda", pero mientras se producía su velatorio poco a poco iban conociéndose detalles de cómo ocurrió todo después de que su sobrino asegurase que había sido la última persona en verle con vida la noche anterior a su muerte, cuando manifestó que se iba a acostar por no encontrarse bien.
En la casa del barrio de San Andrés, en Tigre, además de Maradona y su sobrino también se encontraba una enfermera que estaba a cargo del deportista. Precisamente esta, Dahiana Gisela, ha sido una de las primeras en declarar para la Fiscalía, asegurando que escuchó al paciente moverse dentro de su habitación a primera hora de la mañana, aunque no llegó a entrar.
La enfermera de Maradona podría haber firmado un informe falso
Ahora, después de conocerse este dato, la investigación ha dado un nuevo giro con la imputación del médico Leopoldo Luque acusado de un presunto "homicidio culposo", apuntándose a la posibilidad de una posible neglicencia en los cuidados a su paciente tras la intervención a la que fue sometido por un hematoma en la cabeza. "Sé lo que hice y sé cómo lo hice", se defendió el sanitario a las puertas de su vivienda, que había sido registrada por la Policía, al igual que su consulta médica. Habrá que esperar a la evolución de la investigación para conocer más detalles sobre lo sucedido con Maradona desde que fue dado de alta en el hospital en el que se le intervino hasta su fallecimiento.