Es difícil olvidar un rostro que ha marcado a una generación. Suele ser muy habitual que esto ocurra, sobre todo, con personajes estrictamente relacionados con el mundo de la televisión, del cine y de la música. El caso de Matthew Perry es uno de ellos.
Un actor y escritor estadounidense que se lanzó a la fama gracias a su papel de Chandler Bing en la exitosa serie ' Friends ' y que, con el paso de los años, ha sabido cosechar y conservar muy bien a sus miles y miles de seguidores. Sin embargo, todo esfuerzo lleva consigo su correspondiente recompensa y Perry ha sabido a la perfección cómo hacerse con ella.
Con la profesión en las venas
Y es que la soltura y la profesionalidad de un actor frente a las cámaras o sobre un escenario no se adquiere de la noche a la mañana. Y sino que le pregunten a este intérprete de 46 años, quien a lo largo de toda su vida ha tenido que enfrentarse a una gran cantidad de papeles muy diferentes.
Así, su formación se ha ido curtiendo poco a poco, haciendo de la experiencia el mejor aliado para su aprendizaje. Hasta llegar al Matthew Perry que hoy en día conocemos. Aunque sus raíces también dicen mucho de él, ya que su padre, John Bennett Perry, ha estado asimismo, desde joven, dedicado a los guiones e interpretaciones.
Podríamos decir entonces que la profesión le ha acompañado desde el día en que nació. Sea como fuere, lo cierto es que este actor ha logrado abrirse un hueco entre los grandes personajes televisivos de todos los tiempos. Su rostro es conocido allá donde se va y culpa de ello lo han tenido series como 'Second Chance', 'Sensación de vivir', 'Home Free', 'Dream On' y, como no, 'Friends'.
'Friends', el viaje que marcó a Perry
Ésta última fue la que lanzó a Perry directamente al estrellato. Él puso todo su entusiasmo y capacidad y su personaje, Chandler Bing, se encargó de hacer todo lo demás. Sus diez temporadas y la fidelidad que le ha brindado su audiencia en todos estos años ha hecho de su elenco un verdadero emblema a recordar.
La gran mayoría de la sociedad ha sido partícipe de esta gran fiebre fanática. Y lo más increíble es que aún hoy lo siguen siendo. Los episodios no dejen de sucederse en los canales de medio mundo e incluso son muchos los que han decidido perpetuar su historia haciéndose con especiales que incluyen todos y cada uno de sus episodios, de principio a fin.
El personaje de Perry ha sido uno de los culpables de esta reacción universal. Un Chandler Muriel Bing sarcástico, que se ha criado bajo los cuidados padre homosexual y al que le gusta reírse de la vida. Tan solo hay dos cosas que molestan al marido de Monica E. Geller, interpretado por Courteney Cox: el día de Acción de Gracias y su trabajo como estadístico, el que decide finalmente cambiar por la publicidad.
Aunque tampoco nada de esto hubiera sido posible sin la ayuda de sus compañeros de reparto: Jennifer Aniston, Courteney Cox, Lisa Kudrow, Matt LeBlanc y David Schwimmer. Diez años de emisiones que llegaban a su fin en mayo de 2004 y cuya llama parece aún mantenerse despierta. Así se evidenció hace unos meses, cuando el equipo conseguía reunirse para grabar un nuevo capítulo especial de la serie.
Sin embargo, Matthew Perry fue el único que no pudo acudir a este entrañable encuentro. ¿La razón? Su apretada agenda profesional, ya que además de estar centrado en la grabación de la serie 'La extraña pareja' también se encuentra inmerso en el mundo del teatro con la obra ' The End of Longing ', la cual ha sido escrita por él mismo.
Cruzando el charco
Este hecho no solo le ha impedido reencontrarse con sus antiguos compañeros sino que también le ha obligado a cambiar de lugar de residencia. Así, las vistas hacia los rascacielos de Manhattan han quedado suplantados por el color verde que inunda cada uno de los rincones de la ciudad de Londres. Allí se ha instalado por el momento el actor en un increíble ático dúplex frente a Regent's Park.
Un lugar en el que poder respirar aire puro y que además brinda a Perry las mejores vistas de toda la capital londinense. Sin duda, uno de los puntos más emblemáticos de toda ciudad que puede ser perfectamente contemplado desde los grandes ventanales que inundan el dúplex del actor. Su ubicación, entre el sexto y séptimo piso del edificio, también ayuda mucho a estas inmejorables panorámicas.
En total, el precio por el que el actor ha conseguido alojarse en este piso es de 7 millones de libras. Un precio elevado pero que se adecua tanto a sus vistas con a su diseño interior exclusivo. La pureza, la modernidad y la elegancia son algunas de las referencias que mejor definen cada una de las habitaciones de este ático dúplex. Manhattan Loft Coporation y Ridgeford Properties han sido las dos compañías que se han encargado de todos sus detalles.
Un piso formado por tres habitaciones, entre las cuales una suite principal, un baño y una terraza dúplex con espectaculares vistas a la ciudad. Además, el toque chillout, relajante y acogedor de sus zonas abiertas lo convierten en uno de los sitios más ideales donde poder disfrutar en compañía de amigos. Sillones de mimbre donde tenderse largas horas en búsqueda de anécdotas y buenos recuerdos.
Por otra parte, la madera es uno de los elementos principales que más destacan en toda la decoración de la casa. Se utilizan tanto en las paredes de sus pasillos como en las escaleras que conducen al dormitorio principal del dúplex. Asimismo, es también el material empleado para la totalidad de la vivienda, aunque en un tono más grisáceo. En el dormitorio principal, por ejemplo, su tonalidad se funde con la pureza de sus paredes y la fuerte luminosidad que entra a través de sus ventanales.
Un escaparate presente en cada uno de sus rincones y que en este caso se puede divisar a la perfección desde su cama de baja altura. En el caso de la cocina ocurre exactamente lo mismo, pudiendo contemplar todo lo que ocurre en el exterior sentado en una de las banquetas de la isla y degustando un rico y completo desayuno londinense.
Por otro lado, y echándole un ojo a la sencillez y la blancura de su baño, se podría decir que es uno de los lugares del ático que más tranquilidad puede aportar a una persona tan ajetreada como Matthew Perry. Con una bañera independiente, una decoración en mármol un tanto sobria y un ambiente de paz, seguramente el actor pase sus momentos más relajantes en esta zona tan íntima y particular de la casa.
Asimismo, un sitio en el que poder dar por finalizada una dura jornada es, como no podría ser de otra manera, el salón. Charlar con los amigos, leer con silencio sepulcral de fondo, relajarse con vistas hacia la ciudad... Estos serán algunos de los hábitos que seguramente invadan a Perry al final de su día a día. Una habitación en la que perderse y que se une a la cocina con decoraciones en mostaza y azul, alfombras, una mesa comedor de mármol y un sofá en varios tonos de gris. Un lujo al alcance de unos pocos, como Matthew Perry.