Sin embargo, Lauer ha querido despejar algunas dudas y ha alzado la voz para relatar su versión de la historia, confesando que lo que más le preocupa en este momento es el bienestar de su familia. "No he hecho ningún comentario público sobre las numerosas historias falsas de fuentes anónimas o tendenciosas que se han contado sobre mí en estos últimos meses. Guardé silencio en un intento de proteger a mi familia de más vergüenza y recuperar un pequeño grado de privacidad que habían perdido", dijo el periodista en un comunicado publicado por The Washington Post.
Lauer continuaba negando rotundamente todo aquello de lo que se le acusa, aunque sí reconoce que no actúo bien como marido. "Defender a mi familia ahora requiere que hable. Reconozco completamente que actué de manera inapropiada como esposo, padre y director en la NBC. Sin embargo, quiero dejar perfectamente claro que cualquier alegación o informe de acciones coercitivas, agresivas o abusivas por mi parte, en cualquier momento, es absolutamente falsa", zanjaba el de Nueva York.
Vida arruinada
"No hay palabras para expresar mi pesar y arrepentimiento por el dolor que causé a los demás con palabras y acciones. A la gente que he lastimado, lo siento mucho. Mientras escribo esto, me doy cuenta de la profundidad del daño y la decepción que he dejado atrás en casa y en la NBC. Algo de lo que se dice sobre mí es falso o está mal interpretado, pero hay suficiente verdad en estas historias, lo que me hace sentir muy avergonzado. Lamento que mi vergüenza ahora sea compartida por las personas que tanto aprecio. Reparar el daño llevará mucho tiempo y una búsqueda profunda, y me comprometo a comenzar ese esfuerzo. Ahora es mi trabajo a tiempo completo. Los últimos dos días me han obligado a echar un vistazo muy duro a mis propios defectos bastante preocupantes. Ha sido humillante. Tengo la bendición de estar rodeado de personas que amo. Les agradezco su paciencia y gracia".