El matrimonio formado por Mary-Kate Olsen y Olivier Sarkozy presentaba de cara al público una fachada de relación idílica y perfecta, pero parece que la verdad sobe el mismo es muy distinta a la que se conocía hasta ahora. Según informa Daily Mail, la actriz había solicitado el divorcio el pasado mes de abril pero los juzgados de Nueva York no tramitan estas solicitudes por el estado de alerta en el que se encuentran por la pandemia del coronavirus.
Por este mismo motivo la pareja se ha visto obligada a seguir casada y viviendo bajo el mismo techo a pesar de la mala relación entre ellos. Pero las cosas fueron a peor para la hermana Olsen en mayo de 2020 cuando los abogados de Sarkozy le han solicitado que abandone el apartamento de Manhattan en el que se encuentra realizando el confinamiento.
Mary-Kate Olsen y Olivier Sarkozy viendo un partido de la NBATal y como informa TMZ, ambos habían firmado un contrato de alquiler pero este finalizaba ahora y el marido de la gurú de la moda lo había renovado de manera individual y sin informar a su todavía esposa. Ante esta situación y la imposibilidad de divorciarse, Mary-Kate Olsen ha solicitado una 'orden de emergencia' para estar amparada ante la Ley por la situación en la que se encuentra y así poder agilizar una mudanza en plena alerta sanitaria.
El Estado de Nueva York no tramita divorcios en plena pandemia
Y aunque esta situación se ha conseguido mantener en la más estricta intimidad, ahora que ha saltado a los medios de comunicación se conoce que el matrimonio entre Olsen y Sarkozy no terminará de la mejor manera posible ni se resolverá de una manera amigable. Afortunadamente para la actriz, esta firmó un acuerdo prenupcial para mantener a salvo el patrimonio que comparte con su hermana Ashley y que se estima en 500 millones de dólares.
Olivier Sarkozy y Mary-Kate Olsen viendo un partido del US OpenMary-Kate Olsen y Olivier Sarkozy se conocieron en 2012 y, a pesar de la diferencia de edad entre ellos (17 años), ambos comenzaron una relación sentimental. Ambos se darían el 'sí, quiero' tres años después, en 2015, en una ceremonia íntima. Desde que hicieron público su romance, ambos no dudaron en mostrarse juntos y en actitudes muy cariñosas. Algo que no hacía presagiar un final así.
