Y lo telemático ha llegado a tal punto que incluso los divorcios se están formalizado vía Zoom, la aplicación por excelencia de las videoconferencias. Así fue como Mary-Kate Olsen y Olivier Sarkozy han puesto fin a su matrimonio casi un año después de empezar a tramitarlo. Fue el pasado mes de abril de 2020 cuando la pareja decidía poner fin a su relación, pero el confinamiento obligatorio en la Ciudad de Nueva York en el por momento de la pandemia había paralizado incluso los trámites burocráticos, viéndose obligados a seguir casados y viviendo bajo el mismo techo.
Pero las cosas se complicaron un mes después, en mayo, cuando la gurú de la moda descubrió que el contrato del piso en el que se encontraban estaba llegando a su fin y que su todavía marido había decidido renovar el contrato por su cuenta, estando ella obligada a coger sus cosas e irse -en pleno confinamiento-. Por este motivo, la actriz solicitaba a los juzgados de Nueva York una 'orden de emergencia' para estar amparada bajo Ley tras haberse quedado sin techo en la Gran Manzana y tenido que realizar una mudanza estando las cosas como estaban.
Mary-Kate Olsen tuvo problemas durante la videollamada
Las cosas no fueron fáciles. Porque, ¿quién no tuvo alguna que otra dificultad cuando realizaba una de esas videollamadas grupales? Pues Mary-Kate Olsen no iba a ser menos. "Chicos, necesito ayuda, ¿podéis oírme?", decía mientras intentaba encender la cámara, según recoge el diario Daily Mail. Pero tras las dificultades e internet mediante, finalmente ambos pueden decir ya felizmente -porque al parecer en muy buenos términos no han acabado- que son ya exmarido y exmujer.