Así, aunque ya celebró su segundo cumpleaños en Oporto, donde se mudaron cuando él tenía año y medio de edad, este 2016 ha supuesto en su vida dar en paso más allá y empezar a relacionarse con mucha más gente, involucrándose por completo en la vida portuguesa. Y es que aunque ya tenía amiguitos, algunos de ellos los hijos de los compañeros de Casillas, ahora comparte su día a día en la guardería rodeados de lusos.
Martín ha empezado a ir a la guarde
Pero ir al cole no es el cambio más importante al que se ha tenido que enfrentar Martín. El 2 de junio venía al mundo Lucas, su hermanito pequeño. Al conocer que su segundo hijo iba a ser otro niño, Sara Carbonero mostró su alegría puesto que consideraba que los pequeños se pueden convertir en grandes compañeros de juegos y amigos y confidentes cuando sean más mayores.
Medio en el que compartía su inquietud y preocupación por cómo estaba viviendo su hijo mayor la llegada de su hermano a casa. "Martín estaba triste, hasta el punto de que me pedía irse a la cuna temprano y se quedaba allí solo mirando al techo, pensativo", contaba la presentadora, asegurando que pasó unos días complicados porque se le rompía el corazón al ver a su hijo así.
Poco a poco fueron pasando los días, Martín empezó a entender que Lucas había llegado para quedarse pero no para quitarle su espacio. Cada uno tenía su espacio y su momento. Y una vez entendía e interiorizado eso, empezó a ayudar a Sara Carbonero a cuidar al pequeño de la casa y a darle todo su cariño, convirtiéndose en su mejor niñero.
"Ahora nada más despertarse busca a Lucas por toda la casa, cuando llora le da besos en la cabeza y le pregunta qué le pasa. Aún así, no me puedo despistar un segundo porque continuamente vuelan por la casa juguetes y muñecos que van directos al bebé. Pero la mayor parte del día están juntos en armonía", comentaba de la situación Sara Carbonero.
La llegada de Lucas, un antes y un después en su vida
Y es que sentirse el príncipe destronado de la casa es una sensación que hay que digerir. Una sensación que se 'cura' con el paso del tiempo. Un tiempo que ha ido pasando para los hermanitos Casillas Carbonero, que en cuanto Lucas aprenda a correterar, se convertirán en compañeros de travesuras y largas horas de juego.
Así ha pasado un año de transición para Martín. Por ello seguramente sus padres le estén organizando una gran fiesta de cumpleaños para que sople las velitas de su tercer cumpleaños rodeados de niños con los que pasar un gran día. Además Martín ya se da cuenta de todo lo que ocurre a su alrededor y quizá ya haya pedido algún regalito que le gustaría tener. Un regalo que a buen seguro tenga algo que ver con los animales, su mayor pasión.