La reportera explicaba cómo había llegado a esa decisión a través de Instagram: "Me costó aceptar en terapia que no puedes agradar a todo el mundo, que no puedes caerles bien, que no todos quieren ser tus amigos y que en un alto porcentaje aunque ni ellos ni te conozcan ni te hayan visto ni de lejos, si han decidido que te quieren odiar, lo harán. ¿Y sabes qué? Que no puedes hacer nada al respecto. Absolutamente nada", comenzaba diciendo.
"Ellos solo quieren odiarte y pagar sus propias frustraciones contigo. A veces lloraba y decía 'pero si es que no saben nada de mí', '¿Por qué se creen lo que cuentan de mí?' Y pensaba que tenía que hacer algo y batallar para hacerles ver que yo no era lo que decían. Con el paso del tiempo y después de leer mucho sobre este tema me di cuenta de algo, y es que quien quiere odiarte lo va a hacer, con o sin razones. Y el rebelarme contra ellos o explicarles que las cosas no son así como las están pintando no sirve para nada. Si han tomado su decisión irán a por ti con ella en firme".
Zanjando el tema
Por último, decía: "Como sé lo que soy y el amor y la alegría que desprendo y que tengo en mi vida, he decidido quitarme Twitter para no dar a esas personas la carnaza que quieren a mi costa. En Instagram soy profundamente feliz porque aparte de trabajar en ella, conozco a gente increíble. Volveré por allí cuando la ley ponga orden ante tantos delitos injustificables de odio y acoso. Os quiero y ahora voy a divertirme!!!".