Marta Pombo tomó una importante decisión el 22 de diciembre de 2020 anunciando que dejaba las redes sociales de manera temporal porque tenía que hacer un parón para dedicarse a sí misma y a las personas que más la quieren. La hermana de María Pombo no ha atravesado el mejor momento, y más teniendo en cuenta que también ha tenido que enfrentarse a su ruptura, rompiendo con el que ha sido su marido.
Durante estos meses desde que anunció su decisión no ha desaparecido por completo, y es que a raíz de la gran nevada de la borrasca Filomena se puso por esquís para 'pasear' por las calles de Madrid. Fue prácticamente un mes más tarde, en febrero, cuando compartió un vídeo contando cómo se encontraba y cómo se encontraba mucho mejor después de un tiempo de descanso. Fue además en ese momento cuando confirmó su separación. Ahora ha concedido una entrevista al programa 'La influencia' de la COPE, donde se ha sincerado sobre la etapa que está viviendo, diciendo que ha llorado mucho pero que también ha reflexionado. "Estaba muy perdida. Yo solo quería parar", ha dicho.
"A mí lo que me pasó es que me vi absorbida en este mundo de redes sociales", ha confesado. Fue en ese momento cuando tuvo ayuda psicológica, y más tarde su psiquiatra la diagnosticó depresión, por eso ha dicho: "Me medicó y me fue dando unas pautas para volver al camino, porque yo estaba en un agujero negro con una nube gris todo el día de no querer ni salir de la cama ". Recibir ayuda ha hecho que poco a poco vuelva a conectar consigo misma, y a disfrutar de su día a día.
"Me ha ayudado muchísimo para ser consciente de cada momento y disfrutar del día a día y las pequeñas cosas sin tener que estar mostrándolo a todo el mundo constantemente ". Por lo pronto, parece que sus fans deberán esperar a su regreso porque no se encuentra preparada para volver a estar tan activa como antes en las redes sociales: "Psicológicamente todavía no estoy curada de este monstruo".
Y una de las cosas que ha revelado ha sido el verdadero motivo por el que decidió alejarse de las redes, ya que sentía que tenía que dar explicaciones de todo: "Yo me he llegado a sentir sola, y eso que tengo una comunidad que me adora y me escribe a diario lo mucho que me echan de menos. Te sientes como que no sabes a quién estás hablando, para qué, si sirve de algo... te sientes muy solo. Pero no fue sentirme sola, sino el tener que dar explicaciones constantemente. Eso me saturó demasiado y me estaba cambiando hasta la forma de ser. Medía cada palabra, cada gesto... porque iba a sentar mal a alguien. Dejé de ser yo misma ".
"Era algo que necesitaba", ha dicho de manera clara, sintiendo que las redes sociales cada vez le exigían más. Por otro lado, ha hablado del aporte económico de ser influencer, no obstante, para ella no lo es todo y ha sentido que a veces no le compensaba. "El sustento económico que te da Instagram es muy jugoso y muy tentador pero hay veces que no compensa".
"Voy a seguir con la publicidad, porque de algo tengo que vivir y de momento va a ser mi sustento hasta que empiece con futuros negocios que tengo en mente, pero quiero enfocar mi contenido a dar voz a temas cotidianos, como por ejemplo la salud mental. La gente no le da importancia y es muy importante. Hay gente que si no lo escucha de alguien conocido o de alguien a quien admira, no se lo plantea para sí mismo", ha añadido sobre sus nuevas metas en las redes sociales, para seguir diciendo: "Yo ya estoy metida en este mundo y creo que puedo ser una ventana muy buena en cuanto a muchos temas pero, si pudiese, no volvería".
Un nuevo enfoque
Este 'mini-regreso' a las redes sociales lo ha hecho compartiendo una imagen de su nueva mascota, Gaia, que seguro que ha comenzado a hacerle mucha compañía. "Bienvenida Gaia. ¡Con esta monada, empiezo a volver a compartir cosillas con vosotros! Lo haré poco a poco ya que estoy con ganas y miedo a la vez", ha confesado la influencer.