Hasta ahora, Arantxa Sánchez Vicario había estado viviendo con sus hijos, Arantxa y Leo, en casa de su hermano Emilio, que también ha sido un gran apoyo para ella desde el anuncio de su divorcio. Sin embargo, parece que hace dos semanas Marisa Vicario se instaló en Miami, según Vanitatis, y vive junto a su hija y sus nietos, a quienes ayuda a cuidar. De este modo, la relación entre ambas se habría retomado de forma totalmente sólida, tras años enfrentadas.
Arantxa Sánchez Vicario acusó en su día a sus padres de estafa, malos tratos, y de apropiarse de su fortuna. Llegaron incluso a acudir a los tribunales, y no fueron pocas las veces que madre e hija hablaron ante las cámaras, reprochándose mutuamente. En el funeral de Emilio Sánchez, en 2016, la extenista acudió con su todavía marido, pero sus hermanos la echaron de allí (ella misma lo contó a los medios), y su madre llegó a desmayarse.
Tiempos mejores
Pero todo eso parece haber quedado atrás, para dar paso a una nueva etapa en la familia Sánchez Vicario. Así, a principios de este mes de marzo Marisa Vicario revelaba que había retomado el contacto con su hija. De este modo, parece que la relación entre la extenista y su familia vuelve a tomar buen cauce, ahora que ya no cuenta con la presencia de Josep Santacana en su vida.