Pero según parece, ella ha dejado atrás los complejos. Se muestra más madura, aceptándose a sí misma y asimilando que todos los cuerpos son diferentes. De todas maneras, en una entrevista reciente a La Razón, ha querido hablar acerca de como superó este problema: "Me cansé de estar peleando contra mi constitución, porque es una guerra constante y diaria. Cuando era modelo convencional pase por un trastorno de bulimia, Voy a dedicarme a ser feliz". Con este pensamiento ha conseguido derribar todos los fantasmas que tenía, y ha sido nombrada embajadora para Levis de tallas grandes, a pesar de que ha reconocido que no le gusta esta nominación, porque cree que todavía existe mucha presión con el tema de las tallas.
Marisa Jara sabe que todos los cuerpos son diferentes, y debe aceptarse a sí misma, a la vez que debe vigilar no volver atrás en su enfermedad: "Voy a una nutricionista por mi pasado con la bulimia, porque, lo quieras o no, no deja de ser una enfermedad y de todo te queda siempre algo. Hay que estar alerta".
Afortunadamente, ahora se encuentra bien de salud tras ser intervenida de un mioma del útero. Lleva una vida sana y realiza ejercicio de forma saludable, sin obsesionarse. Ahora solo piensa en el futuro tras cambiar su filosofía de vida, su sueño es ser madre para lo que actualmente se está hormonando.
Superando barreras y retos
Marisa Jara se supera a sí misma día tras día y ahora parece que el viento sopla a su favor. Con varios proyectos en marcha, todavía obtiene alegrías de los anteriores, un ejemplo es su firma Jadejara, donde diseña piezas de bisutería. En el ámbito personal, mantiene una relación estable con el empresario Miguel Almansa, con quien lo dejó en enero, pero fue en marzo de 2021 se han dado una segunda oportunidad.