Marisa Jara ha vuelto a demostrar que afronta los momentos más duros de su vida con toda la entereza del mundo, o al menos se lo está tomando con muchísimo optimismo. Fue a mediados de octubre cuando recibió una terrible noticia y rápidamente tuvo que ser intervenida de urgencia de un tumor. Después de este increíble susto, poco a poco se va recuperando y ahora ha enseñado las secuelas en su abdomen después de haber pasado por quirófano.
La imagen que ha publicado la modelo en su Instagram es de una cicatriz que parte por encima del ombligo y que se amplia hacia abajo. Por otro lado, ha escrito: "Quería enseñaros cómo quedó mi cicatriz después de unas semanas de la intervención. La verdad es que estoy muy contenta porque lo más importante es que estoy aquí y me siento feliz. Y la cicatriz son señales de guerrera. Pero si el @drjorgeplanas me la puede disimular un poquito pues mejor. Un beso enorme para todos ".
Se ha puesto en manos de un cirujano plástico para que esta cicatriz se note lo menos posible, y así lo contaba: " Hoy he visitado a mi gran amigo y médico de confianza @drjorgeplanas en la @clinicaplanas para enseñarle la cicatriz de mi operación y hace un tratamiento láser en breve para poder disimularla. Ya os iré contando los resultados".
Un sueño que se ha desvanecido...
En estos momentos está centrada en recuperarse, sin embargo, ha sido un palo muy duro para ella, puesto que un sueño para ella se ha desvanecido. Ahora no podrá ser madre, aunque querer serlo le ha salvado como contó en la revista Lecturas: "En una revisión rutinaria no me lo habrían visto. Querer ser madre me ha salvado la vida. Me dicen que, normalmente, cuando la gente va al médico es porque el tumor crece tanto que se hincha mucho el estómago. Ahí no hay nada que hacer".