Mario Vargas Llosa ha reaparecido por primera vez desde que se conociera su ruptura con Isabel Preysler. El escritor ha sido fotografiado llegando al aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas de la capital junto a uno de sus hijos, Álvaro, para coger un vuelo con destino desconocido y celebrar el último día del año lejos de su antigua vida junto a la socialité. A ellos se ha unido una mujer a la que el Premio Nobel ha saludado efusivamente, y los tres se han encaminado a la zona VIP del aeródromo.
Al escritor se le ha visto cabizbajo, con libro y garrota en mano. Estas imágenes son las primeras desde que la que ha sido su pareja durante los últimos siete años anunciara su ruptura de forma oficial. Los caminos de Isabel Preysler y Mario Vargas Llosa se separan así después de siete años juntos. Fue la propia socialité la encargada de dar la noticia a través de la revista ¡Hola!, acabando así con cualquier posible rumor que pudiera surgir. Desde que saltara la noticia, el escritor no había sido visto por nadie, refugiado en su casa de Madrid, intentando recuperarse de lo que, seguro, ha sido una dolorosa ruptura.
Ahora, Vargas Llosa puso rumbo a un destino desconocido para sanar y dejar el pasado atrás. Para superar este proceso, cuenta con el apoyo y cariño de sus tres hijos, Álvaro, Gonzalo y Morgana, fruto de su relación con Patricia Llosa. El primero ya se encuentra junto a su padre. Fue una de las primeras personas en ir a visitarlo a su casa una vez se conoció la noticia. Los otros dos se encuentran residiendo fuera de España, por lo que es posible que el escritor haya puesto rumbo a reunirse con ellos para poder pasar el último día del año en su compañía. Son muchos los rumores que aseguran que los hijos del escritor no veían con buenos ojos la relación de su padre con Preysler, por lo que ahora serían su principal apoyo en estos momentos.
El fin de siete años de amor
"Mario y yo hemos decidido poner fin a nuestra relación definitivamente. No quiero dar ninguna declaración más", fueron las palabras de la viuda de Boyer a su revista de confianza, confirmando lo que durante este año ha sido un rumor constante: su ruptura con el escritor. Aunque para el público general, la separación de una de las parejas más queridas ha sido una verdadera sorpresa, no lo ha sido tanto para su círculo más cercano, que ya auguraban un final cercano. En junio de este 2022, el escritor abandonó la casa de la socialité, conocida como 'Villa Meona', en la urbanización Puerta de Hierro, para instalarse en su piso en pleno centro de la capital. Aunque poco tiempo después volvería a mudarse junto a Preysler, su fin juntos sería solo cuestión de tiempo.
"Esto ha sido la culminación de un deterioro", ha asegurado una fuente cercana a la ahora expareja al diario El País. La pareja, según sus conocidos, era incompatible en muchos sentidos, por lo que su ruptura era solo cuestión de tiempo. Aunque sus diferencias no han sido el único motivo de su separación, la sobreexposición a la que la familia Preysler se somete y que habría arrastrado también al escritor, sería el principal motivo de una dolorosa ruptura.