A Mario Balotelli no parece afectarle demasiado los conflictos en los que se encuentra con su exnovia Raffaella Fico y está de vacaciones en Ibiza.
La modelo le comunicó que estaba embarazada justo antes del partido de la selección italiana contra Alemania, una buena noticia para él en ese momento. Sin embargo, tan sólo unos días más tarde, el futbolista exigió las pruebas de paternidad.
Sin conocer aún los resultados de si será realmente el padre o no, el joven futbolista de 21 años ha decidido relajarse en la isla pitiusa. Rodeado de esbeltas mujeres y de otros amigos, todos han disfrutado del día haciendo carreras con motos de agua, según las fotografías publicadas por le Daily Mail. Mientras, sus compañeros de equipo están en entrenamiento de pretemporada en Austria.
En la declaración en la que pedía las pruebas de paternidad, dijo que aceptaría sus plenas responsabilidades como padre una vez se conozcan los resultados.
Ella aún confía en una reconciliación
La modelo de 27 años de edad pasó tiempo con su madre y su hermano en Venecia, donde ya ha podido lucir su incipiente barriguita. La semana pasada, después de la declaración del delantero, el hermano de la modelo, Francesco, expresó que el futbolista estaba mostrando una falta de respeto hacia su hermana embarazada.
Ella todavía siente algo hacia Balotelli, pero él insiste en que no hay posibilidad de reconciliación. ''Estoy feliz con realizar la prueba de ADN, pero todavía tengo los mensajes de texto que me enviaste de Cracovia (durante la Eurocopa) en el que dijiste que estabas feliz con la noticia que te había dado'', escribió Fico en la carta publicada por Chi.
''Incluso si nos han separado los acontecimientos de la vida serás un padre presente y responsable, así como un ser lleno de amor por su hijo. Sabes muy bien dónde encontrarme y siempre estaré dispuesta a hablar contigo sobre el futuro de tu hijo. De nuestro hijo''.