Los Premios Bombines de San Isidro ya han cumplido el cuarto de siglo, y para celebrarlo han sido muchas las celebridades que se han acercado a un conocido hotel del centro de Madrid para ser galardonadas por su trayectoria profesional y la creciente popularidad adquirida durante el último año. La presentadora Silvia Jato ha sido la encargada de conducir la gala de este año 2018. Ágatha Ruiz de la Prada, que se presentó con un vestido muy castizo, otorgó a los sombreros que se entregaron a las mujeres un toque de su estilo personal, siendo los colores elegidos el rosa o el amarillo y luciendo un hermoso corazón en el lateral de la copa del complemento.
La madrileña estaba entusiasmada de recibir tan prestigioso galardón, reconociendo que le encantan las fiestas de San Isidro y que uno de sus sueños frustrados fue aprender a bailar chotis, el baile típico madrileño. La aristócrata presumió de estar pasando por un muy buen momento profesional, teniendo desfiles asegurados en Milán, Nueva York, Cibeles y Canarias. Sobre su ruptura con Pedro J. Ramirez, después de 30 años de amorío, declaró que su relación era " gracias a Dios, inexistente ", y que a los dos hijos que tienen en común "les da igual". Quien iba a decir que la diseñadora cuyo sello de identidad eran los corazones iba a terminar destrozando el del hombre con el que compartió media vida.
La cantante Marta Sánchez también fue una de las premiadas que recibió el bombín amarillo, aunque pidió amablemente que se lo cambiaran porque se sentía más "cómoda" con el rosa. Afirmó estar orgullosa de recibir la condecoración porque se considera una auténtica gata de la capital española, a pesar de haber nacido en Coruña. Todo fueron risas y buen royo hasta que se le preguntó por Eurovisión, momento en el que la artista s alió despavorida huyendo de la prensa... ¿Será que no le gustó la gran final en Lisboa de Alfred y Amaia?Mariló Montero entró a la sala de congresos del hotel deslumbrando a todo el mundo, literalmente. La periodista eligió para la ocasión un vestido azul eleéctrico lleno de lentejuelas y de corte ajustado, firmado por Ágatha Ruiz de la Prada. También afirmó sentirse muy contenta de recibir el bombín y de " celebrar uno de los momentos más importantes de la feria ". Su teléfono dejo de sonar cuando se retiró de 'La mañana de la 1', después de ser duramente criticada por las constantes meteduras de pata que repetía semana tras semana. En este contexto, la periodista manifestó su deseo de volver a la parrilla televisiva más pronto que tarde.
Penas y alegrías
Montero se mostró madre orgullosa y evitó hablar de la ruptura de su hija, Rocío Crusset, con su ahora exnovio Juan Betancourt. "Eso lo tendréis que hablar con ellos. Las relaciones personales de los demás... No tenemos más que disfrutar de la felicidad de todos. Que sean todos felices, estoy muy orgullosa de mis hijos", dijo la de Navarra. Ella y Cayetano Martínez de Irujo, junto a Ágatha Ruiz de la Prada y Josema Yuste, protagonizaron uno de los momentos más divertidos de la noche, animándose a celebrar su reconocimiento deleitando a todos los presentes con sus dotes para bailar chotis. Mientras que la periodista no defraudó en cuanto a sus sincronizaos pasos, el hijo de la Duquesa de Alba recordaba más a un pato mareado.
Charo Reina fue otra de las que se atrevieron a saltar a la pista de baile y darlo todo. Lo cierto es que la cantante necesitaba animarse después del emotivo discurso que dedicó a su madre, fallecida en abril de 2018. "El haber estado con ella, que se haya ido de mi mano cogida. Han sido nueve meses junto a ella. Ahora a volver a caminar, ella siempre va a estar conmigo, la siento conmigo constantemente ", reconoció la sevillana. Sin embargo, fue capaz de rebuscar entre tanta pena y encontrar un poco de rencor para enviarle un dardo envenenado a Isabel Pantoja, que no la ha llamado para darle el pésame.
"No me preguntes por nadie, porque nadie me interesa nada. Absolutamente nadie, ni nada de lo que le pase. Ahora solo me interesa que mi madre se ha ido y me he quedado solita. Me trae totalmente sin cuidado todo lo demás. Mi madre ha estado enferma y nadie ha llamado. No me interesa nadie con ningún nombre específico. Mi gente si ha llamado casi a diario, mis amigos artistas y los que no eran artistas. Los demás ni me interesan ni me importan ", dijo muy enfadada la que un día fue amiga de la tonadillera.