Desde que el expresidente del Gobierno fue desalojado del cargo y volvió a trabajar como registrador de la propiedad, poco se sabía de él. O al menos hasta ahora. Piel bronceada, polo azul, una gorra y una sonrisa de oreja a oreja es como está disfrutando Mariano Rajoy en la isla de Formentera, donde se ha convertido en la gran estrella del conocido chiringuito Beso Beach.
Ha sido gracias a la influencer María Pombo y sus amigas el motivo por el que se ha podido volver a ver a quien fuera presidente del Gobierno. Según parec, la Instagramer estaba disfrutando de unas vacaciones junto a su hermana y unas amigas para celebrar la despedida de soltera de dos de ellas. Y como ha explicado a través de sus redes sociales, hacerse una fotografía con Rajoy era uno de los retos que tendrían que superar.
El expresidente, a pesar de que se encontraba tomando algo con un grupo de amigos, accedió sin ningún tipo de reparo a hacerse el selfie, y ellas emocionadas quisieron compartir el momento. Lo que nadie se esperaba era lo que ocurrió después. Tras conseguir la misión, los testigos del lugar, que vieron todo lo que había pasado, empezaron a aclamar a Mariano al grito de "presidente, presidente".
Disfrutando de su tiempo libre
Por lo que parece, Mariano Rajoy ya tuvo suficiente política en su día, y ahora quiere descansar sin prestar demasiada atención al duro golpe que se llevaron los populares en las elecciones tras reducir escandalosamente el número de votantes o a las negociaciones de las múltiples investiduras a nivel municipal y autonómico. Ahora más que nunca ha dado la imagen que según él le representa, la de un hombre normal.