Marianne Sandberg no ha dudado en desvelar el delicado momento que atraviesa la familia porque, aunque no es una novedad para ella la adicción de su hijo, sí es una novedad que este hecho haya salido al foco mediático. Su hija y hermana de Federico, Andrea Prat, había confesado ya que este tema era algo privado de la familia y que deseaban por todos los medios que siguiera siendo así.
En la entrevista, Marianne afirma tajantemente: "Mi hijo Fede es un adicto. Estamos desesperados por él". Además, la madre del aludido cuenta detalles sobre cómo tratan de ayudarle a salir de ese pozo: "Hemos intentado ayudarle. Le pago el alquiler mensual, pero me llama pidiendo más dinero", continúa. Con esto, Marianne desmiente lo que su hijo había dicho previamente, pues él afirmó que pagaba él mismo su alquiler con el dinero que conseguía pidiendo en las calles de La Línea de la Concepción, Cádiz, que es donde reside desde hace unos años.
La madre no ha sido la primera en pronunciarse
Además de la madre de la familia, también se ha pronunciado a través de sus redes sociales su hermana Andrea Prat. Ella ha confirmado que le tratan de ayudar de todas las formas habidas y por haber, pero dice: "hace más de doce años que mi madre y nosotros, como hermanos, hemos intentado ayudarle. Acompañándole en numerosos tratamientos de rehabilitación. Centros de toda índole. Finalmente, tras un duro camino, el propio Fede escogió vivir en el sur y continuar con su adicción. Es imposible ayudar a alguien que no se deja", insiste.
La tónica general en cuanto a las palabras que usan los familiares de Federico para referirse a él, es de palabras de aprecio. Afirman que es una gran persona, un ser maravillosos con un corazón de oro. Es educado, cariñoso y sensible. A pesar de ello, tienen muy presente que no deja de ser, muy tristemente y a su pesar, un adicto que no quiere rehabilitarse, al menos, por ahora.