La cantante ha confirmado el fallecimiento de sus seres queridos en un trágico giro de los acontecimientos y pide respeto por su privacidad.
Mariah Carey ha enfrentado una de las situaciones más trágicas, la muerte simultánea de dos de las personas más importantes de su vida: su madre Patricia Hickey Carey y su hermana mayor Alison Carey. La cantante ha confirmado que ambas fallecieron el fin de semana del 24 de agosto de 2024 mediante la revista People y ha expresado: "Mi corazón está roto".
La noticia ha acaparado todas las portadas de las revistas internacionales y ha dejado a los seguidores de la cantante perplejos, puesto que la artista había pasado los últimos días junto a su madre antes de su fallecimiento. "Me siento bendecida de haber podido pasar la última semana con mi madre antes de que falleciera", confirmó Mariah Carey, que además pidió a los medios de comunicación respeto y privacidad para su familia en este momento tan difícil que tienen que afrontar.Mariah Carey no ha querido entrar en detalles sobre ambas muerte, por lo que se desconocen las causas y las circunstancias que pudieron llevar al fallecimiento de su madre y su hermana. La cantante solo apuntó que las dos muertes se dieron "en una serie de trágicos acontecimientos".
La relación con ambas
La cantante siempre ha sido abierta para hablar sobre la complicada relación que tenía con su madre Patricia Hichey Carey, de quien adquirió sus dotes como cantante, ya que fue una destacada soprano formada en la prestigiosa Escuela Juilliard de Nueva York. A pesar de ello, en los últimos años se estrechó el vínculo entre madre e hija y pudo disfrutar del calor materno que le proporcionó: "Mi viaje con mi madre ha estado lleno de contradicciones. Nunca ha sido solo blanco y negro, ha sido todo un arcoíris de emociones", escribió la artista en las memorias que publicó en 2020, 'The Meaning of Mariah Carey'.
En cambio, la relación con su hermana mayor Alison Carey fue más compleja si cabe. La cantante aseguró en sus memorias que tomó la difícil decisión de distanciarse de ella en los años 90 tras el divorcio de sus padres: "Era más seguro física y emocionalmente para mí no tener ningún tipo de contacto con ella". De hecho, uno de sus últimos roces con su hermana fue en 2020 cuando la artista publicó su libro de memorias. A Alison Carey no le sentó nada bien y la demandó con una suma de 1,25 millones de dólares.