La cantante ha liquidado la joya por un valor de 1,8 millones de euros, mucho menos de lo que en su día le costó al hombre que se la regaló.
La cantante de 'All I Want For Christmas Is You' quiere hacer borrón y cuenta nueva y está comenzando a deshacerse de todo aquello que le recuerde a su trágico pasado. Desde que Mariah Carey reconoció en su entrevista más personal que padecía de bipolaridad, la americana ha querido dejar atrás el "bagaje emocional y material, lo que incluye un antiguo anillo de compromiso de un exnovio", según ha confirmado su publicista a Page Six. Se trata de la sortija que James Packer le regaló a comienzos de 2016 para pedirle matrimonio. Aunque la respuesta de Carey fue afirmativa, la pareja nunca llegó a pasar por el altar y su relación terminó tras casi 3 años de noviazgo. El anillo fue diseñada por Wilfred Rosado, un amigo de la cantante cuya firma también se encuentra en otras joyas que luce.
Cuando Carey y Packer anunciaron su ruptura, se sumergieron en un duro proceso judicial en el que ambos se reclamaban compensaciones económicas, a pesar de no haberse casado. Por su parte, la neoyorquina exigía 43 millones de euros por las molestias que le supusieron mudarse a Los Ángeles para vivir con él y por haberse propasado con su asistente durante unas vacaciones en Grecia. Es mío, mi tesoro
Finalmente, Carey solo recibió entre 4 y 8 millones de euros, cifra en la que se incluía el valor del preciado anillo. La cantante le tenía tanto apego a su preciada joya que continuó luciéndolo después de haberse separado, incluso cuando inició una nueva relación con Bryan Tanaka. Por fin, parece que la americana está dispuesta a pasar página y ha conseguido vender este recuerdo de su fracaso en el amor por una cantidad de 1,8 millones de euros, mucho menos de lo que en su día le costó al hombre que se lo regaló.