Lianna Azarian trabajó para Carey entre 2015 y 2017, que fue cuando la artista finalmente terminó por despedirla. Desde ese momento, Azarian ha estado amenazando a Mariah Carey con publicar videos de momentos íntimos y comprometedores de la artista, a no ser que cobre la cuantiosa suma de siete millones de euros. Finalmente, y ante la posibilidad de que esos vídeos destrocen la reputación de la artista, Mariah Carey ha llevado el caso ante los tribunales, según ha podido saber el portal estadounidense TMZ.
Además, según aparece en la demanda, esta no ha sido la única hazaña de la exasistente. Durante el tiempo que estuvo trabajando para Carey se dedicó a utilizar su tarjeta de crédito para realizar compras personales y solicitar a marcas de moda artículos que iba a ir destinados a la cantante, pero que en realidad eran para ella.
Un problema más para Mariah Carey
En abril de 2018 fue Carey la demandada, por nada más y nada menos que su exrepresentante, Stella Stolper. La cantante tuvo que hacer frente a una demanda por acoso sexual que acusaba a Carey de mostrarse delante de su representante constantemente desnuda e incluso llegando a realizar actividades sexuales en su presencia. La artista lo negó todo, alegando que Stolper lo único que quería era ensuciar su nombre y chantajearla, y no ha sido hasta ahora cuando ambas partes han llegado a un acuerdo beneficioso para ambas.