La actriz no puede estar más emocionada por el nuevo comienzo profesional de su marido en la capital francesa.
María Valverde no puede estar más feliz después del increíble paso que ha dado su marido, Gustavo Dudamel. La actriz ha compartido en sus redes sociales unas palabras llenas de orgullo después de que haya debutado en París como director musical de la orquesta de Ópera: "Ayer fue un día MUY especial. Un día que recordaremos el resto de nuestra vida. Me siento muy feliz y orgullosa de mi amor, que empieza una nueva etapa fascinante en la Ópera de París".
Ella se encargaba de verle desde el palco con toda la emoción del mundo, pero antes estuvo con él posando en el photocall antes de que diera comienzo su presentación. La actriz siempre ha mostrado, tanto de manera pública en los eventos como en las redes sociales, que ambos forman un tándem perfecto, que se entienden, se complementan y se apoyan en sus diversos proyectos. "¡Qué noche inolvidable! ¡Me entusiasma enormemente pensar en este nuevo capítulo y las muchas otras funciones con la orquesta, el coro y la academia de la Ópera de París!", decía él a través de las redes sociales, expresando cómo se siente ante una nueva etapa en su carrera profesional. El artista entra en la Ópera parisina para sustituir a Philippe Jordan, y tras haber pasado los últimos diez años al frente de la Filarmónica de Los Ángeles, siendo uno de los directores más jóvenes y exitosos a nivel internacional.
Lo cierto es que su currículum va más allá y su pasión por la música es incuestionable, independientemente de la temática, Ha trabajado con Katy Perry o Coldplay, también con Billie Eilish en su Concert Experience disponible en Disney+. Y no solo sus experiencias se limitan al panorama musical, porque incluso hizo un cameo en 'Mozart in the jungle'. Además, ha ganado dos premios Grammy en 2012 y 2020. Apoyándose mutuamente
Esta aparición pública ha tenido lugar tan solo días después de que el matrimonio fuera visto en un evento de la actriz, en concreto en el Festival de Cine de San Sebastián. Ambos se apoyan en cada uno de los pasos que dan y quizás ese sea el secreto de que las cosas funcionen tan bien entre ellos.