Tras el revuelo que causó cuando reapareció con un aspecto mucho más joven en la presentación de la Fundación Mujeres Por África celebrada el miércoles 8 de febrero, María Teresa Fernández de la Vega ha hablado por primera vez de su cambio de look.
En una entrevista concedida a la revista Yo Dona, la exvicepresidenta del Gobierno ha asegurado que su cambio no tiene nada que ver con la cirugía. "Se ha especulado con todo eso, pero no es cierto", alega De la Vega, añadiendo que "si me hubiese operado, no tendría inconveniente en decirlo, pero no lo he hecho".
Es más, insiste en que su cambio físico se debe a su salida del Gobierno. "Es verdad que estoy mucho mejor, y que me he recuperado poco a poco en estos 12 meses, tras casi siete años de trabajo intensísimo, dormir poco, no descansar nada y tener muchísima responsabilidad. Y eso se termina acusando físicamente. Ahora me cuido más, como y duermo mejor. He ganado algunos kilos, que en un persona de mi estructura, se notan muchísimo", ha asegurado en la entrevista al citado medio.
De la Vega insiste en que su cambio de look es producto de su nueva vida alejada del Gobierno
No obstante, las informaciones publicadas tras su reaparición indican totalmente lo contrario. Y es que se dijo que el cuello más estilizado y sin apenas arrugas y el rostro con mucho más luminosidad y muy pocas marcas de expresión que luce María Teresa Fernández De la Vega, dicen, fueron obra de Enrique Monereo, el cirujano por el que también han pasado, entre otros muchos, Elsa Pataky, Alaska y su marido Mario Vaquerizo o Lara Dibildos.