Pese a que no hay nada claro, ha surgido el rumor de una posible nueva boda porque ella había expresado sus ganas de volverse a casar.
María Pombo está viviendo un auténtico sueño, celebrando su 30 cumpleaños en Punta Cana rodeada de sus mejores amigos, la mayoría de ellos influencers. La empresaria se ha despedido de la década de los 20 con una fiesta continua lejos de España, y ha sorprendido en una de esas celebraciones 'reciclando' un vestido muy importante para ella, en concreto uno de sus vestidos de novia.
La influencer se casó en 2019 y lució dos vestidos hechos a medida por Yolancris, uno para la ceremonia religiosa y el cóctel, y otro para la gran fiesta. Ha sido este último el elegido, mucho más informal y festivo, lleno de pedrería y detalles. El look estaba compuesto por un vestido y una camisa y fue presentado en pasarela en 2018, por lo que no fue un diseño propiamente hecho para ella, si bien es cierto, le dio su toque personal. El vestido, de estilo boho, sigue teniendo mucho encanto pese a que hayan pasado más de cinco años desde que lo lució por primera vez. El hecho de ponerse este vestido con motivo de la celebración de su 30 cumpleaños ha suscitado muchos rumores, ya que hay quienes creen que podría haberse vuelto a casar con Pablo Castellano, un deseo que ya hizo saber hace unas semanas a través de sus redes sociales, compartiendo un divertido vídeo con su marido en el que le pedía volverse a casar.
Los rumores han cobrado más fuerza no solo por la elección de este look, sino también porque le ha acompañado a este viaje en Punta Cana su equipo de su documental, con el que está grabando una nueva temporada, a juzgar por las imágenes que se han podido ver en las redes sociales. Lo que chocaría de ser cierto que hayan celebrado una nueva boda es que no les hayan acompañado sus dos hijos ni el resto de su familia, ya que este viaje lo han hecho tan solo con amigos. Despidiendo la década de los 20
El resto de invitados a dicha fiesta también acudieron vestidos de blanco, por lo que parecía más una fiesta ibicenca que una boda. Fue el día anterior cuando ella tuvo mucho más protagonismo a través de su ropa, porque todos sus invitados acudieron de negro a modo de 'luto' por despedir la década de los 20, mientras que ella lo hacía con un impresionante vestido rojo.