"¿Que pensáis, que soy un robot? ¿Que yo no he formado mi familia? Claro que la tengo. Desde hace 23 años. Pero simple y llanamente, es mía", comenzaba la cantante. Pero sin duda, el momento más álgido del discurso, cuando todo el público comenzó a aplaudir, fue cuando María del Monte dijo: "Quiero que sepáis antes de bajarme del escenario que soy una persona más de todos los que estamos aquí. Por supuesto mi pareja está aquí esta tarde. Os empecé hablando de libertad y yo voy a respetar la suya. Sé que está aquí y si quiere subir, que suba. Si no, no". Tras estas palabras, Inmaculada Casals, su pareja, subió al escenario.
Era de esperar que esto fuese a tener repercusión, pero no la que está teniendo. Vanity Fair habló con María del Monte, que precisamente preguntada sobre esto, dice no ser consciente de haber hecho nada pero que, sin embargo, si que está empezando a tomar el pulso de las cosas: "Me paró un chico en Sevilla en unos grandes almacenes, me dio las gracias y me dijo: 'Mi abuela es muy admiradora tuya y sabe que yo tengo novio, pero nunca me ha preguntado por él. Y a raíz de tus palabras el otro día me dijo: '¿Y tu novio cómo está?'. Me quedé muerto'. Me dijo: 'Si su artista favorita tiene una vida normal, mi abuela ha pensado que la mía también es normal'. Eso sí me ha hecho tomar un poco de conciencia".
Camuflar la pena
Los referentes de un referente de muchos
María del Monte habla de Chavela Vargas como una de sus grandes referentes tanto personal como artístico: "Cuando venía aquí a Madrid (Chavela Vargas), me llamaba y yo iba y me pasaba las horas charlando con ella... Un día me cogió de las manos y me dijo: 'Ya me puedo ir tranquila, porque tengo sucesora'". También menciona lo afortunada que se siente por haber conocido a Lola Flores, Paquito Rico y a Sara Montiel.