Campanario ha hablado por primera vez de esta enfermedad crónica, queriendo así dar voz de lo mal comprendida que está hoy en día. Desde hace doce años padece los síntomas de la fibromialgia, hecho que cada vez ha ido complicando más su día a día. "Cualquier cosa, por leve que sea, puede desencadenar una crisis como las que yo tengo: desde el estrés hasta un dolor especialmente fuerte... Tienes que aprender a convivir todos los días con el dolor, no queda otra", indicó a ¡Hola!.
Acaba de terminar sus estudios de odontología y lo que ahora quiere es poder dedicarse a ello, pero sus constantes ingresos hospitalarios le están dificultando esta tarea. "Claro que me afecta... Acabo de terminar mi carrera y quiero trabajar, y el tener que estar diez días en el hospital pues no me hace ninguna gracia. Además, a mí el hospital me consume, lo paso muy mal", declaró.
Duro sacrificio
Esta fuerza la ha ido demostrando luchando día a día y ocupándose de su marido y sus dos hijos, además de sacándose una carrera que le ha costado sudor y lágrimas. Sin embargo, esta enfermedad también le ha hecho que tuviera que sacrificar cosas importantes en su vida, como el hecho de ser madre de nuevo: "Dejé de plantearme el tener otro bebé porque no sabía realmente cómo me iba a encontrar para cuidar de él". Su estado de salud ha preocupado a muchos, ya que se ha ido agravando en los últimos tres años, cuando ha empezado a tener fuertes crisis y un dolor más intenso. Por suerte, el torero ha estado ahí para ella siempre, apoyándola y demostrando la buena sintonía que existe entre ellos.