En 'Y ahora Sonsoles', Campanario ha hecho un balance de lo que han sido estas dos décadas bajo el foco mediático y ha desvelado que ahora se encuentra mejor que nunca rodeada de su familia. Además, ha reconocido que se merecía vivir este momento desde hace tiempo: "Estoy muy feliz. Sabéis que de estas cosas no hablo por privacidad, pero estoy muy feliz. Me encuentro bien, con mis días malos, pero ya era hora, ya tocaba, yo creo que me lo merecía".
La odontóloga ha asegurado que la relación con el torero sigue a flote y ha aclarado que es un hombre muy atento en su día a día: "Jesús me lleva el desayuno a la cama todas las mañanas, no solo por mi cumple". Además, no ha querido perder la oportunidad de desmentir una crisis sentimental: "Llevamos 23 años, pero mañana lo dirán y pasado otra vez. Ya estamos acostumbrados y al final la vida no es eso, no es lo que otros cuentan, es lo que uno pasa y vive. Si yo tuviera que estar pendiente de cada vez que han dicho que nos hemos separado, no tendría un momento para mí ni momentos donde me veis bailando y sonriendo".
La confesión de Campanario sobre su salud
María José Campanario cree que con ella han sido muy duros a nivel psicológico, ya que afectó a su salud mental: "Ahora se habla mucho de salud mental, pero a mí no se me respetó, se han dicho cosas gravísimas sobre mí. Saqué fuerzas de mi marido, de Jesús, y menos mal que lo he tenido a él y a mi familia".
La mujer del diestro también ha hablado sobre la fibromialgia que padece, una enfermedad con la que convive desde hace más de una década: "La fibromialgia que sufro es muy complicada y le pasa a mucha gente, por eso le quise dar voz a la enfermedad. Te puede llevar a una depresión, claro que sí. A mí me llevó a encerrarme y a tener una depresión, pero no quiero ser ejemplo de nada. Tengo mucha suerte que otros no tienen". Ha aprendido a convivir con el dolor que le provoca, pero no piensa renunciar a una vida plena: "Yo quiero seguir trabajando, me encanta mi trabajo y me costó mucho esfuerzo conseguir mi título", ha confesado Campanario.