La viuda de Jaime Ostos está pasando por una temporada complicada, porque tras sus problemas de salud ha sufrido un accidente.
María Ángeles Grajal se ha llevado un tremendo susto después de haber sufrido un accidente de tráfico con su coche. Ha sido el medio Informalia el que ha revelado que la viuda de Jaime Ostos ha tenido un percance que por suerte no ha quedado en nada grave, ya que se ha estrellado con su coche en el garaje que tiene alquilado cerca de su consulta médica.
La doctora ha terminado chochando su vehículo contra uno de los muros del edificio, y todo apunta a que fue un error humano. Al parecer, quería salir con su coche Fiat Cinquecento de este parking, pero las diversas maniobras que hizo al volante no fueron las adecuadas. En un primer momento arrancó el coche y por inercia terminó perdiendo uno de sus espejos retrovisores, tras impactar contra una de las columnas del aparcamiento. Tras esto, decidió no parar y seguir con la marcha, encontrando más obstáculos en su camino. Después de subir la rampa de ascenso hacia la puerta de salida, terminó golpeando su coche hasta en dos ocasiones contra la puerta. Por último, y ante una situación en la que estaba muy nerviosa, confundió la primera marcha con la marcha atrás, a la vez que se hizo un lío a la hora de pisar el pedal del freno, porque en realidad pisó el acelerador.
El resultado de esta serie de despropósitos al volante hicieron que se acabara estampando en su coche contra uno de los muros del garaje, dejando un gran agujero en dicho lugar. Por suerte tan solo tiene que lamentar daños materiales, porque a ella no le ha pasado nada, pero claro, ha dejado el coche destrozado. Tras lo sucedido, no quiso llamar a la Policía para dar constancia, algo que comprendieron los vecinos, ya que no está pasando una buena racha. Está pasando por un mal momento
Fue en diciembre de 2023 cuando tuvo que ser intervenida a vida o muerte por una obstrucción circulatoria en la pierna. Puede que este problema de salud y su posterior recuperación le hayan jugado una mala pasada, pero está claro que no levanta cabeza y que si quiere ir a su lugar de trabajo puede que tenga que hacerse con un nuevo vehículo.