Galería: El esperado abrazo de Manuel Díaz 'El Cordobés' y su padre Manuel Benítez en un acto público
Manuel Díaz 'El Cordobés' anunció el pasado noviembre de 2022 su retirada de los ruedos. Este paso tan importante en su vida llega cuando se encuentra en un momento familiar pleno, en el que la relación con su padre Manuel Benítez es un sueño hecho realidad.
El torero ha iniciado esta despedida de las plazas de toros en Morón de la Frontera, Sevilla, haciendo todavía más especiales estas últimas corridas de toros que realizará el andaluz debido a que su padre ha querido acompañarle. Es la primera vez a lo largo de la vida de ambos que se produce este especial acontecimiento, Manuel Benítez jamás había visto torear a su hijo.
Su reconciliación se hizo pública el pasado febrero y desde entonces han estado en boca de todos. El diestro de 54 años compartía cartel en este festejo taurino con Cayetano Rivera y con el local Martín Morilla, haciendo el evento todavía más interesante. En la primera fila de asientos de la grada, justo detrás del callejón, el padre de 'El Cordobés' compartió tiempo y espacio con Virginia Troconis, esposa del torero.
Un emotivo momento entre padre e hijo
Ambos estuvieron acompañados además por la pareja de Manuel Benítez, María de los Ángeles Quesada. Los tres sobrellevaron los nervios y la emoción del momento compartiendo risas y anécdotas muy alegremente, mientras mostraban sin contenerse el cariño que se estaban cogiendo. Ante esto, Manuel Díaz se mostró pletórico, que brindó la faena, (es decir, el toro), a su padre al final del toreo y reconoció su emoción a la prensa: " Estoy muy feliz ".
También reconoció que en este emotivo tour de despedida, todos sus toros se los va a dedicar a su padre, con quien se encuentra fraguando día a día una íntima relación y recuperando el tiempo perdido. Y así lo hizo, en la primera de las últimas de todas sus corridas de toros, dirigiéndose hasta el lugar en el que se encontraban su mujer y su padre, quitándose la montera para ofrecerle a su padre, que se había puesto en pie, las dos orejas que le había cortado al toro y despertando una tierna admiración en el público.