María Teresa Campos siempre está en el centro de la noticia, bien sea por su ruptura con Bigote Arrocet o por la venta de su casa. Desde hace ya algún tiempo se sabe que la comunicadora tomó la decisión de poner a la venta su mansión en Molino de la Hoz en Las Rozas porque considera que es excesivamente grande para ella y ya no le gusta vivir en algo tan espacioso, menos estando sola.
Lo cierto es que la casa es de lo más grande ya que, aunque se haya podido ver por televisión alguna de las partes más famosas, como lo es la piscina climatizada que tiene en su interior o los amplios salones, los metros cuadrados son espectaculares. La mansión cuenta con 1.615 metros construidos en una parcela de 6.365, por lo que el campo que rodea a la vivienda es de lo más grandes.
La casa de María Teresa Campos en Molino de la HozSin duda, se trata de una localización perfecta para quien quiera vivir en ella pero María Teresa Campos no consigue venderla por un precio mucho inferior al que la compró ella: 3.100.000 millones. Sin embargo, parece que la comunicadora está tanteando otras formas de obtener beneficios con su espectacular mansión y esta forma es contratando a personas que están interesadas en rodar películas o series de televisión en la misma.
Un precio elevado para una mansión de lujo
Según ha podido saber Look, María Teresa Campos sí que habría barajado la posibilidad de que se realizaran rodajes en su casa porque lo cierto es que se trata de una localización perfecta para llevar a cabo rodajes de todo tipo: desde series de televisión que tengan lugar en amplias habitaciones o exteriores de mansiones, así como películas de diferentes tipos.
María Teresa Campos y Bigote Arrocet en la presentación de su disco 'Una bonita historia'Varias empresas cinematográficas han hablado con el responsable de venta de la casa para poder utilizarla en rodajes y la tarifa que ha puesto María Teresa Campos es de 4.000 euros por una jornada laboral de 10 horas. Además, la comunicadora tendría que supervisar el proyecto porque tendría una serie de restricciones, como por ejemplo, no permitir la grabación de una película de terror.
