Fue en 2009 cuando los artistas tomaron la decisión de casarse. En ese momento, la vida familiar de Mandy Moore no estaba pasando por buenos momentos y era algo inestable ya que sus padres estaban pasando por el proceso de divorcio, su padre había conocido a otra mujer. Este fue uno de los motivos de más peso por el que la joven decidió casarse siendo tan joven -con tan solo 23 años-, quería formar su propia familia. Pero no tardaron mucho en aparecer los primeros síntomas de dependencia tóxica en la pareja.
"Aceptaba muy pocas ofertas, aunque nunca paré por completo. Pero saltaba a la vista que cada vez que me ausentaba por motivos laborales, todo se venía abajo en casa. No era capaz de hacer un trabajo en condiciones porque al mismo tiempo tenía que dedicar una atención constante a Ryan Adams, que me necesitaba y no me permitía hacer ninguna otra cosa. Estaba viviendo mi vida por y para él... era como su madre", fueron las palabras que la actriz dedicó a la revista.
Al poco tiempo de contraer matrimonio, la vida personal de la joven fue reduciéndose hasta llegar al punto ser casi inexistente "me sentía muy sola y muy triste". Este tipo de maltrato que sufrió la cantante dejó su autoestima por los suelos y tenía una sensación de ahogo o asfixia constante. Pero no fueron esos los único ámbitos que se vieron afectados. La joven actriz que quería expandir su carrera musical y despegarse de su imagen como estrella juvenil vio frustrada su carrera profesional cuando Ryan Adams la comenzó menospreciar constantemente a nivel musical y la impidió establecer contactos vitales en el sector que le ayudaran a expandir su carrera.
Nuevos inicios
Moore solicitó el divorcio en enero de 2015, citando "diferencias irreconciliables" y más tarde comenzó a salir con con el líder de Dawes, Taylor Goldsmith. El New York Times ha realizado este artículo con las declaraciones de otras mujeres que como Moore se han visto afectadas por los abusos de Ryan Adams como Phoebe Bridgers o la cantante Courtney Jaye.