Así lo ha narrado ella misma en el podcast 'Menudo Cuadro', con David Andújar y David Insua, de Podium Podcast. Makoke recordó que, antes de ser toda una estrella del universo Mediaset, había trabajado mucho para poder vivir -básicamente porque los estudios nunca fueron lo suyo y así lo confiesa-. Primero fue azafata en la fábrica de Ron Barceló donde hacía las visitas guiadas; luego se fue a Inglaterra a estudiar inglés y vivió con una familia durante un tiempo; y posteriormente empezó a trabajar de Kelly en Londres para vivir a su bola.
Esta agencia estaba asociada con la reputadísima Elite Models de Nueva York, una de las agencias más importantes del mundo: "Hicieron un casting multitudinario para seleccionar a dos modelos a las que les hacían un contrato de un año, se la llevaban a Nueva York, le pagaban el apartamento, se hacían cargo de todos los gatos", recuerda. Un casting al que se presentó sin muchas esperanzas: "La verdad es que éramos todas del mismo perfil: altas, rubias, ojos claros... y estaba también Naomi Campbell, pero no era conocida".
Y las cosas empezaron a torcerse: "Empecé a engordar y me dice el de la agencia: 'Makoke, estás engordando', y yo tenía la cara gorda, las tetas gordas... una muñeca pepona. Entonces me tuvieron que sacar más fotos porque ya no estaba como me habían escogido en el casting y desde allí también les dijeron que o estaba más delgado o no me quería. Y no adelgacé. Yo no podía dejar de comer", asegura. Un autosabotaje para conseguir lo que quería realmente, que era quedarse en su Málaga natal.
Su historia con Goya Toledo
"Yo tenía una vida muy cómoda en Málaga, una familia con la que me llevo muy bien, acomodada, tenía mi novio... yo estaba muy bien y no había ninguna razón por la que quisiera escapar. Tenía mi vida y era muy feliz", asegura, y no se arrepiente de ello: "No hubiera tenido la vida que tuve", asegura. Aunque con ganas de ganarse la vida, no dudó en irse Madrid para seguir probando suerte en la moda a un nivel un poco menos estresante: "Pero sí que luego tuve algo de remordimiento y me fui a Madrid a trabajar de modelo. Pero volvió mi vaguería, o bueno, no soy muy ambiciosa. Y me ofrecieron el 'Telecupón'. Me daba un millón de pesetas al mes", y ahí empezó su carrera en la televisión.
Durante estos años de modelo en la capital recuerda que también coincidió con otras muchas mujeres que ahora también son famosas y que, al igual que ella, lo intentaron antes en el mundo de la moda. Es el caso de Goya Toledo, también de su misma edad, y con quien coincidía en diferentes castings: "Yo iba a los castings con Goya Toledo, que me decía que no me metiese en el mundo de las azafatas. Ella se metió en una escuela de interpretación cuando estaba de modelo. Yo me fui a lo cómodo", asegura. Algo de lo que, a fin de cuentas, no se arrepiente.