Con motivo del acto de conmemoración de los sesenta años de reinado de Isabel II, denominado 'Jubileo de Diamante', este domingo se ha celebrado un desfile fluvial, que para muchos es uno de los momentos más bellos de los actos centrales del Jubileo.
Este año se ha podido ver uno de los mayores espectáculos navales nunca vistos, el acto ha sido amenizado por músicos y contemplado por millones de personas que han querido ser testigos de cómo su querida monarca celebraba con ellos su sesenta años de reinado.
El desfile naval de la Reina Isabel II
El acto hace gala de la pomposidad de la Casa Real Británica. Comenzó a las dos y media de la tarde y recorrió los diez kilómetros que separan el Battersea y la Torre de Londres, en el rio Támesis. Cruzando los trece puentes que enmarcan el recorrido y seguidos por medios de comunicación y los ciudadanos allí presentes, se puede afirmar que este acto ha sido la guinda perfecta del Jubileo.
Otra de las barcas llevaba a la Orquesta Sinfónica de Londres, que reproducía de una forma exquisita el 'Concierto Acuático' de Händel. Detrás de este iba el 'Spirit of Chartwell', el barco real diseñado para recordar un lujoso tren francés, con colores predominantes en oro y escarlata, en el que iban la Reina Isabel II, su marido el Duque de Edimburgo, el príncipe Carlos y Camilla, los Duques de Cambridge y el príncipe Enrique.
Sorpresas en el Jubileo de Diamante de Isabel II
Con motivo del Jubileo, se han declarado cuatro días de fiesta, en el que muchos británicos han aprovechado para disfrutarlos de picnic. Cual ha sido la sorpresa cuando el príncipe Carlos y Camila han acudido a uno de ellos, celebrado en el famoso barrio de Picadilly.
Vestidos de una forma muy sencilla, ambos han acudido y celebrado el picnic con una hermosa tarta que se asemejaba a la bandera británica. Posteriormente se han cambiado para el acontecimiento del desfile fluvial.
Durante el gran desfile se pudo ver la buena relación que tienen Camilla y la Duquesa de Cambridge, que compartieron momentos de risas durante el recorrido. La Duquesa eligió un vestido color rojo que complementó con un tocado de la misma tonalidad. Los príncipes se vistieron con sus ropas de gala y la reina vistió con un atuendo blanco y tocado a juego, siempre haciendo gala de su elegancia a la hora de vestir.
Al acto también acudieron el Duque de York, acompañado de las princesas Beatríz y Eugenia, que ambas llevaron vestidos cortos y sencillos, acompañados de sus respectivos tocados en la cabeza. La princesa Ana acudió a la ceremonia vestida de gala y Timothy Laurence, con sendos trajes oficiales.
Este ha sido uno de los actos más seguidos por los británicos y por el resto de medios a nivel mundial y es que sesenta años de un reinado, hacen de Isabel II una de las monarcas más queridas del mundo.