MADRE CORAJE

La madre de Mario Biondo, en el aniversario de la muerte de su hijo: "Para detenerme tendrán que matarme"

La padre del operador de cámara sigue luchando para demostrar que su hijo fue asesinado y no que se suicidó.

Tamara Garco 29 Mayo 2018 en Bekia

ya han pasado 5 años desde que Mario Biondo apareció muerto en su domicilio y parece que su madre, incansable, seguirá luchando para que se descubra la verdad sobre la muerte de su hijo. Ahora Santina D'Alessandro ha hablado con Jaleos donde ha contado que su lucha continúa y que no parará.

Sobre cómo se siente a pesar de que ya haya pasado tanto tiempo, ha dicho: "El dolor lo tengo siempre presente. Está en mi corazón y cada día es más profundo". Para ella todo este tiempo ha sido de continuo dolor: "Duras batallas para demostrar que las conclusiones de España y de Raquel no son verdaderas. Cinco años intentando demostrar la verdad con las pruebas, negro sobre blanco, de los prestigiosos peritos que han señalado que Mario Biondo fue asesinado".

Cabe señalar que cuando el operador de cámara era encontrado en su domicilio estaba casado con la presentadora de televisión Raquel Sánchez Silva, quien en estos años ha vuelto a encontrar el amor y ha tenido dos hijos. Para la madre del fallecido lo más doloroso es no tener a su hijo: "Una mano asesina ha puesto fin a su vida y también ha destruido la nuestra".

Santina D'Alessandro, en su lucha por la verdad, compartió una imagen de su hijo muerto en el lugar de los hechos a través de las redes sociales, algo de lo que no se arrepiente: "Nos dieron la foto del cuerpo de mi hijo Mario dos años y medio después de duras luchas, esas fotos hablan claramente de un asesinato y sentí que tenía que compartir esta realidad con todos. Nunca me arrepentí y lo volvería a hacer un millón de veces y no porque no tenga amor y respeto por mi hijo, sino para obtener la justicia que Mario merece".

Contra viento y marea

Su conclusión es clara: "Deseo dejar un mensaje a los asesinos de mi hijo y los cómplices: Si esperaban a una pobre madre siciliana que se resignara fácilmente ante este crimen infame, se equivocan: No tengo miedo, ya me han hecho el peor mal ¡Nunca me rendiré, para detenerme, también tendrán que matarme!".