La muerte de Itziar Castro ha dejado consternado a todo su entorno, dejando un inceíble vacío en sus familiares y amigos al fallecer con tan solo 46 años. Todo ocurrió cuando se encontraba ensayando un espectáculo de natación sincronizada en Lloret de Mar. En el momento en el que salió de la piscina hizo saber que se encontraba indispuesta, y acto seguido fue atendida por servicios sanitarios, pero no consiguieron hacer nada por ella porque sufrió una parada cardiorrespiratoria.
Sus compañeros y amigos no solo la recuerdan por su obra, sino también por su lucha contra la gordofobia, por los derechos LGTBIQ+ y por el feminismo. El domingo 10 de diciembre, dos días después de su muerte, se ha celebrado su capilla ardiente en la Sala Pal·ladius de Pallejà, en Barcelona, para darle el último adiós, y allí han sido vistos algunos de sus familiares, entre ellos sus padres Manel Castro y Lucía Rivadulla, o uno de sus hermanos.
.Su madre aparecía completamente devastada, pero no ha dudado en hablar con la prensa, agradecida por todo el apoyo que han recibido y por todas las muestras de cariño. "Palabras... Soy madre y en este momento no las tengo", ha confesado, para añadir después. "Era muy buena, no tenía nada, para mí y para todo el mundo. Entonces, darle las gracias a todo el mundo porque realmente no me esperaba esta acogida de ella".
Por otro lado, su madre ha destacado el respeto y la empatía demostrados hacia su hija: " Los medios la han tratado muy bien siempre, hasta Risto Mejide que yo pensé que era un hombre agresivo en las entrevistas. El día que le hizo la entrevista a ella hasta lloró él, o sea, fue maravilloso. De verdad, la habéis tratado todos los medios muy bien".
Muestras de cariño y agradecimiento
Su hermano Oriol, pese a que no quería hablar, lo ha hecho por ella, diciendo: "Brilla una estrella más en el cielo. Hemos tenido mucho apoyo y mucho soporte moral en estos momentos", terminaba diciendo, visiblemente afectado y conteniendo las lágrimas de tristeza por la pérdida de su hermana.